Las hemorroides es una de las enfermedades más frecuentes en el mundo. También conocida como "almorranas", las hemorroides son unos cojinetes vasculares que se encuentran en el conducto anal, en la parte final del recto. Sirven como colchón al paso de las heces. En personas con dificultad para evacuar, este tejido se va agrandando e inflamando, causando así la enfermedad.
Los síntomas más frecuentes son el sangrado, sensación de cuerpo extraño, ardor, dolor, comezón, y ocasionalmente salida de tejido a través del ano (prolapso). Generalmente los síntomas son progresivos, es decir, inician con pocas molestias y con el paso del tiempo se intensifican.
Hay ocasiones en que una persona sin síntomas previos tiene un crecimiento rápido de una hemorroide con dolor intenso y sangrado; esto es debido a que en una hemorroide la sangre se coagula (trombosis). Es muy importante que ante cualquier síntoma se acuda al especialista ya que ningún sangrado a través del recto es normal, y no todo sangrado a través del ano es por hemorroides.
Existen otras enfermedades que también originan sangrado como el temido, y actualmente frecuente, cáncer de colon.
¿Qué estudios se requieren para el diagnóstico? Lo más importante es que el paciente acuda con un médico especialista, quien interrogará al paciente y después le realizará una exploración del área. También efectuará una rectoscopía, que consiste en la introducción de un instrumento de video para ver el interior del recto.
Es de vital importancia que esta enfermedad sea tratada por un médico especialista (coloproctólogo), debidamente certificado para el ejercicio, ya que un mal diagnóstico o un tratamiento inoportuno pueden desarrollar complicaciones muy serias.
El tratamiento depende del grado en que se encuentren y la intensidad de los síntomas. La gran mayoría de los pacientes no requieren cirugía, el problema es que los pacientes por vergüenza o temor no acuden al médico. Se deberá hacer un cambio en la dieta: sin irritante, con mucha agua y fibra (los suplementos de fibra evitan que las heces sean duras y no lastimen durante la evacuación).
También existen gran cantidad de pomadas que sirven como antiinflamatorios y ayudan a disminuir el dolor. Cuando los síntomas no mejoran con el tratamiento o los síntomas son muy severos deberá realizarse la cirugía. Esta última es muy temida por todos, sin embargo, actualmente se realiza con técnicas modernas, poco dolorosas, y sobre todo seguras, con un resultado científicamente comprobado.
Recomendaciones: Ingerir abundantes líquidos, evitar alimentos irritantes, evitar el estreñimiento, no permanecer mucho tiempo sentado en el sanitario. Ante cualquier síntoma acudir al especialista y tener cuidado con tratamientos alternos que no tienen sustento académico-científico.
*Colonoproctólogo-Cirujano de colón, recto y ano. Profesor de Cirugía de la Facultad de medicina de Torreón de la U.A. de C.
www.facultaddemedicinatorreon.blogspot.com
La próxima colaboración
será del Dr. Domingo García Alcántar, pediatra.