Berlín, (Notimex).- El sueño puede inspirar a las personas a comprender cosas y solucionar problemas, reportaron científicos de la Universidad de Lübeck.
Los neuroendocrinólogos Jan Born y Ullrich Wagner concluyeron sus experimentos en laboratorios de sueño basados en la experiencia del químico alemán Friedrich August Kekulé, quien soñó con una sepiente y resolvió el problema de la estructura del benzol.
La investigación encabeza por Born y Wagner contó con un grupo de 66 voluntarios a quienes se les suministró líneas de números de las cifras 1, 4 y 9, y se les proporcionaron dos reglas simples para formar nuevas cantidades y deducir una tercera regla.
Casi 60 por ciento de los participantes del grupo, a los que los científicos pusieron a dormir en el laboratorio, encontró la solución escondida, superando a los otros dos grupos que en las ocho horas siguientes al suministro de la información permanecieron despiertos.
Sólo 23 por ciento de cada uno de esos dos grupos en vigilia pudo resolver el problema.
Wagner señaló que para obtener buenos resultados hay que entender las cifras como símbolos. "Las personas no tuvieron que hacer cálculos, sino sólo cumplir reglas. También habríamos podido emplear espadas, corazones y diamantes, como en las barajas", dijo.
Indicó que el solucionar problemas por la noche está relacionado con el cerebro, ya que experiencias pasan de un tipo de memoria intermedia, -el hipocampo-, al neocórtex, donde se conectan con recuerdos previos formando la llamada memoria de larga duración.
Wagner y sus colegas suponen que esos procesos también causan una estructuración mental y que el sueño mejora la comprensión. "El efecto fue más pronunciado en el caso de hombres", refiriéndose a una diferencia entre los sexos.
"Mujeres, que en la mayoría de los casos están más dotadas para las lenguas, quizás pueden resolver problemas vinculados con textos de forma mejor".
Demostró en dos estudios que la asimilación emocional depende de las fases del Movimiento Ocular Rápido (REM por sus siglas en ingles), que a su vez aumentan en la segunda mitad del sueño.
En otro experimento se confrontó a las personas con historias negativas o sangrientas, aunque inofensivas. "El sueño en la etapa de REM refuerza la sensación negativa", afirmó Wagner.
"La opinión muy extendida que las personas están más relajadas después del sueño no es la verdad. Se refuerzan las emociones", resaltó el científico.
Wagner precisó que los seres humanos tiene que respetar los periodos de sueño y no despreciarlos como fases improductivas, basándose en las investigaciones realizadas por los belgas Pierre Maquet y Perrine Ruby en otro experimento.
"Tenemos que tomar el sueño en serio porque tiene una función importante", explicó Wagner.
Destacó que una solución a los problemas podría ser la que se tienen en ellos por la noche en vez de en la manaña. "Quizás el cerebro está jugando en el sueño y prueba todas las posibilidades sin distracción externa".