WASHINGTON, (Reuters) - Las mujeres que ven a un ser querido dolorido pueden sentir realmente dolor, según un estudio británico.
Los investigadores hallaron que el cerebro de mujeres jóvenes que vieron a sus esposos o parejas sufrir un choque eléctrico doloroso respondió casi de la misma forma que cuando se les aplicó a ellas el estímulo doloroso.
La respuesta ocurrió en algunas regiones sensoriales activadas por el dolor real, no sólo en las áreas cerebrales vinculadas a las emociones evocadas por una sensación dolorosa, según el equipo de investigación del Colegio Universitario de Londres.
La psicóloga Tania Singer y sus colegas reportaron los hallazgos en la revista Science, donde reportaron que habían hecho pruebas con 16 parejas. Primero aplicaron un choque eléctrico a las mujeres parecido a la "picada de una abeja" y, valiéndose de imágenes por resonancia magnética (IMR), observaron la actividad cerebral al mismo tiempo.
Después, hicieron que estas mujeres observaran a sus parejas cuando eran expuestas al estímulo doloroso.
Cuando las mujeres experimentaron dolor real, las regiones cerebrales que se sabe están vinculadas al dolor, como la corteza cingular anterior, la ínsula, el tálamo y las cortezas somatosensoriales, se activaron.
La mayor parte de estas regiones se activaron cuando los esposos o parejas de estas mujeres recibieron el estímulo doloroso. Sin embargo, no hubo activación en las cortezas somatosensoriales.
DOLOR ANTICIPADO
El resultado fue muy parecido al que se aprecia cuando alguien anticipa que sufrirá dolor.
"Si uno anticipa un dolor, si uno sabe que recibirá un choque en un minuto, uno reacciona emocionalmente", dijo Singer durante una conferencia telefónica.
"El corazón comienza a latir más fuerte y las manos sudan.
Pero uno no siente dolor. Esto es similar a lo que ocurre cuando uno siente empatía hacia otro", añadió.
Los investigadores desconocían si la empatía era una respuesta cognoscitiva, lo que significa que el cerebro piensa sobre el suceso, pero no lo "siente", o si es algo parecido a una sensación física.
El estudio sugirió que los sentimientos de empatía son físicos en parte, aún cuando toda la red vinculada al dolor en el organismo no se haya activado, explicó Singer.