El Mozart del ajedrez
El hecho de que muchos se refieran a Bobby Fischer como el Mozart del ajedrez revela su enorme importancia en la historia del juego-ciencia. En plena Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, el triunfo de Fischer frente a Boris Spassky en Reikiavik Islandia acabó con un predominio ruso que llevaba décadas. En consecuencia, el autoproclamado mundo libre vio en aquel año de 1972 a Bobby como su héroe. No obstante, al Tío Sam poco le duraría el gusto de que uno de sus ciudadanos fuera campeón, pues Fischer se negó a defender el campeonato en 1975 ante Anatoli Kárpov y así lo perdió. ¿Cuál fue el motivo de su extraña negativa? No se cumplieron las exigencias que planteó a la Federación Internacional de Ajedrez, exigencias inusitadas e incluso absurdas, pues para Fischer, el retador debía pasar por un periodo de eliminación más prolongado, los premios económicos debían ser considerablemente mayores y el entorno de la competencia tenía que adaptarse al capricho del campeón.
Fischer se mantuvo aislado y fuera de la luz pública hasta 1992. Al cumplirse 20 años de su victoria sobre Spassky, aceptó darle a éste la revancha a cambio de una bolsa millonaria. Sus admiradores reaccionaron con júbilo ante esa noticia, pero el gobierno norteamericano le prohibió que jugara en Yugoslavia, sitio en que estaba previsto el encuentro, pues había suspendido sus relaciones diplomáticas con esa nación. Se le aclaró a Fischer que de jugar allí cometería un delito que ameritaría cuatro años de cárcel. A Fischer no le importó y en una conferencia de prensa escupió el comunicado oficial. Volvió a vencer a Spassky. No pudo regresar a Estados Unidos. Tiempo después fue detenido en Japón y Boris Spassky le pidió al presidente Bush clemencia. El maestro ruso dijo que si no liberaban a Fischer también pedía ser arrestado y que lo pusieran en la misma celda y con un tablero de ajedrez para jugar. Fischer no lo agradeció y expresó que prefería un pollito como compañero.
La verdad es que Robert Fischer fue siempre un excéntrico. Nunca tuvo amigos y consideraba que la escuela era una pérdida de tiempo, pues según él todos los maestros, especialmente las mujeres, enseñaban estupideces. Las opiniones que Bobby expresó a lo largo de su vida fueron cada vez más políticamente incorrectas. Pocos le han perdonado que tras los atentados del 11 de septiembre declaró: “Son noticias maravillosas. Es hora de terminar con Estados Unidos”.
Le molestaba que le llamaran genio del ajedrez: “Me opongo a que digan que soy un genio del ajedrez. Yo soy un genio en general que juega al ajedrez. Y eso es muy distinto. Miren a Kasparov: él es un genio del ajedrez, pero fuera del tablero es un pobre idiota”.
El ajedrecista británico Nigel Short confesó a la prensa que jugó varias partidas vía Internet con un formidable oponente incógnito al que acabaría identificando como Bobby Fischer. Además de constatar que su rival poseía un nivel de juego aplastante, Short descubrió que éste conocía con lujo de detalles a todos los grandes jugadores de la época de oro del campeón estadounidense. Dijo que acabó convencido que se trataba de Bobby cuando le preguntó por el mexicano Armando Acevedo y obtuvo como respuesta inmediata la palabra Siegen, pues Fischer enfrentó a Acevedo en las Olimpiadas de 1970 realizadas en Siegen Alemania.
No conforme con la complejidad del ajedrez convencional, inventó lo que se conoce como Ajedrez Aleatorio Fischer. Este tipo de ajedrez, mediante la colocación inicial de las piezas mayores en diferentes casillas, incrementa exponencialmente la dificultad del juego.
A pesar de que su madre Regina Wender era judía, Bobby desarrolló un antisemitismo radical. Consideraba que los judíos eran ya los dueños de los Estados Unidos y que estaban pugnando por el control absoluto del mundo. Jugando fonéticamente con las palabras se refería con desprecio a su patria como The Jewnited States.
Murió en Islandia a los 64 años, coincidentemente ése es el mismo número de casillas que tiene el tablero del juego de que fue singularísimo campeón.
Twitter: @alvarezmesta