Las agruras o pirosis son consecuencia de una enfermedad por reflujo gastro-esofágico: el ácido clorhídrico que secreta el estómago asciende por el esófago (reflujo) hasta la faringe produciendo una sensación desagradable a la que llamamos agruras.
Existen circunstancias naturales que condicionan el reflujo como el embarazo, pero cuando éste finaliza desaparecen las molestias; esto se produce por el aumento de la presión intraabdominal que a su vez aumenta la presión dentro del estómago y ésta hace que el esfínter esofágico inferior (encargado de evitar el paso de ácido del estómago hacia el esófago) se abra, permitiendo que el contenido gástrico refluya hacia la garganta. Esto puede dar cuadros de faringitis química (no infecciosa). Igualmente cuando el reflujo sucede por las noches puede pasar a la vía aérea provocando tos, y ocasionalmente provocar una neumonía por aspiración.
También hay otras condiciones anormales que aumentan la presión intraabdominal: líquido dentro del abdomen (ascitis), colitis, obesidad, etc. Asimismo, hay alimentos que favorecen la aparición del reflujo como el chocolate, alimentos grasos, alcohol y menta, entre otros. Es importante resaltar que cuando se altera la anatomía, como en el caso de la hernia hiatal (el estómago sube a través de diafragma hacia el tórax) igualmente hay reflujo y en consecuencia pirosis.
Cuando el reflujo llega hasta la garganta puede irritarla y producir enronquecimiento. A veces solamente lástima el tercio inferior del esófago y la molestia se traduce en un dolor ardoroso a nivel del pecho. No obstante, esto no quiere decir que no cause daño en el esófago inferior, el daño puede ir desde una inflamación ligera hasta úlceras, ello puede condicionar dificultad para deglutir. La persistencia del reflujo produce cambios en el tejido conocidos como esófago de Barret; un estado precanceroso.
Las agruras, de manera directa, no causan cáncer, son un síntoma de la enfermedad por reflujo y esto puede condicionar, faringitis, laringitis, bronconeumonías, estenosis esofágica, esofagitis, esófago de Barret y cáncer de esófago.
El médico a través de estudios de manometría, comprobará la incompetencia del esfínter esofágico inferior, por endoscopia puede ver directamente el daño ocasionado por el reflujo en el esófago y mediante una biopsia descartar alteraciones precancerosos y/o un cáncer ya establecido por el constante daño hecho por el ácido gástrico.
Tratamiento: hay medicamentos que nos ayudan a disminuir el reflujo y acelerar el vaciamiento gástrico. Se indica dejar de comer alimentos grasos, chocolate, menta y alcohol, así como disminuir la obesidad. Pero si no se soluciona se deberá someter a una cirugía antirreflujo.
Así pues, estimado lector, si de manera frecuente presenta pirosis, lo que usted conoce como agruras, acuda al médico, así evitará serias complicaciones.
*Cirujana. Profesora de cirugía de la Facultad de Medicina, Torreón, U.A. de C.
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La próxima colaboración será del Dr. Mario Alanís Quiroga, neurólogo.