Oriundo de la Ciudad de México, Guillermo Meza nació el 11 de septiembre de 1917, en su juventud fue aprendiz en la sastrería de su padre mientras estudiaba música, dibujo y grabado en la Escuela Nocturna de Arte para Trabajadores.
Según sus biógrafos, en 1937, viajó a Morelia a trabajar como asistente del pintor Santos Balmori; en aquella capital estudió en la Escuela España-México.
A su regreso a la ciudad de México, trabajó como vendedor, mecánico, plomero, fotógrafo, retocador y conserje, y fue en 1939 cuando entró al estudio de Diego Rivera.
Rivera, el célebre muralista, envió una carta de recomendación a Inés Amor, directora de la Galería de Arte Mexicano, quien en 1940 organizó la primera exposición individual de Meza, da cuenta el sitio web “www.museoblaisten.com”.
Perteneciente a la corriente surrealista y simbólico-fantástica, Meza trabajó en la Academia Mexicana de Danza en 1947, y el siguiente año con los músicos de la Linterna Mágica.
En 1953 y 1954 ganó el primer lugar en la competencia nacional de pintura del Salón de la Plástica Mexicana; y en 1977 diseñó escenografías y vestuario para una compañía de ballet en Noruega.
La obra de Meza, de estilo realista y continuadora de la trayectoria de los muralistas mexicanos, destaca por el tratamiento de la luz y el color, asegura la crítica especializada.
Actualmente, la obra de Meza, quien falleció en 1997, forma parte de las colecciones de diversos museos, entre ellos, el de Arte Moderno de la ciudad de México, el Museum of Modern Art de Nueva York, el Art Institute of Chicago y el San Francisco Museum of Modern Art.