Las redes sociales acumulan páginas, cuentas, bromas, frases y hasta agresiones personales antisemitas; muchos grupos de fanáticos se ocultan bajo seudónimos.
Hasta no ser denunciados masivamente, el contenido sigue vigente en absoluta impunidad, alertó el Consejo para Prevenir la Discriminación en la Ciudad de México (Copred).
Jacqueline L´Hoist Tapia, presidenta del Copred, explicó que durante una intervención especial que realiza el organismo a su cargo, desde enero pasado a la fecha más de 35 mil comentarios que ofenden a la comunidad judía han sido contabilizados tan sólo en la red social Twitter.
“Hay un llamado al odio contra la comunidad judía, que afecta la convivencia y crea una percepción de miedo. Se trata de conductas que lesionan”, lamentó.
El director del Comité Central de la Comunidad Judía de México, Mauricio Lulka, reconoció que este tipo de agresiones se han multiplicado en las redes sociales, incluso han recibido quejas de algunos colegios de la ciudad que sienten afectada su integridad por este tipo de ataques.
Furor entre escolares
Consideró que la eliminación del anonimato en estos medios de comunicación podría disminuir o controlar estos actos, también que se incluyan contenidos orientados a prevenir y eliminar las prácticas discriminatorias en los currículos de las escuelas capitalinas.
Un ejercicio que realizó EL UNIVERSAL en la red social Twitter, arrojó el registro de alrededor de 200 mensajes publicados en menos de 100 minutos, justificando o banalizando la política de exterminio ejecutada contra los judíos por el régimen nazi en Alemania.
También hay decenas de usuarios que utilizan expresiones antisemitas o apologías del nazismo como alias para sus cuentas.
Tal es el aumento de este tipo de contenidos en las redes sociales contra la comunidad judía, sobre todo contra sus integrantes más jóvenes y estudiantes, las autoridades locales afirmaron que ya han sostenido tres reuniones con capitalinos que se han sentido discriminados por el antisemitismo y también con quien ha sido señalado como antisemita.
“Lo que esta persona nos dice es que es un ejercicio de libertad de expresión”, comentó L´Hoist Tapia.
Cuentas con dedicatoria
Reneé, estudiante judía de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, acusó que algunos de sus compañeros crearon una cuenta y una serie de hashtags para burlarse de ella y de los estereotipos creados alrededor de los judíos.
“Identifiqué con algunas compañeras quiénes eran los responsables y les advertimos que denunciaríamos la cuenta si no la cerraban ellos. Al final, así lo hicieron”, dijo.
Otro caso fue el de Dana Sclar, una joven judía de 21 años de edad, quien fue agredida el pasado septiembre por sus compañeros de carrera de la Universidad de las Américas (UDLA), a través de la red social Facebook.
En entrevista, relató que a través de un grupo de tareas que comparten en ese medio de comunicación, dos de sus compañeros de clase publicaron una serie de mensajes donde se mofaban de su origen judío para luego convocar a violentarla.
“Al día siguiente, me pidieron una disculpa en el salón de clases después de encararlos”, añadió.
Que den la cara
Mauricio Lulka comentó que el anonimato en estos casos resulta peligroso porque en la medida en que no se pueda identificar al responsable, éste puede soltar “toda su agresión sin ninguna consecuencia”.
“Entonces la gente sí sabe contra quien está hablando. En el momento en que saben quién es esa persona que discrimina, a lo mejor no tendría una consecuencia legal, pero sí quedaría manchada. Mientras sea anónimo o a través de un seudónimo, puedo escribir lo que quiera”, agregó.
La Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación en el Distrito Federal señala en su artículo sexto que es una conducta discriminatoria la de ofender o ridiculizar a las personas o promover la violencia en su contra a través de mensaje o imágenes en cualquier medio de comunicación.
Las penas por incurrir en este delito pueden ser de uno a tres años de prisión o de 25 a 100 días de trabajo comunitario, según el artículo 206 del Código Penal. Hasta el momento, ninguna pena ha sido impuesta por discriminación en redes sociales en la capital del país.
Alrededor del mundo, otras asociaciones judías y contra el racismo como en los casos de Francia, Alemania y España, han denunciado en los últimos meses a los usuarios que publican comentarios antisemitas, incluso han demandado a las redes sociales para obligarlas a suprimir los comentarios.
Jacobo Dayán, director de contenidos del Museo de Memoria y Tolerancia, también observó que el anonimato favorece este tipo de prácticas, las cuales “incluso pueden rayar en la incitación a la violencia”, pero consideró que resultaría más eficaz establecer códigos de ética en escuelas y oficinas, con “los límites” que deben existir en las redes sociales y evitar conductas discriminatorias. El problema no es el medio, apuntó, sino la educación.
“Hay que ocupar el espacio virtual con argumentos, reflexiones y ejemplos del por qué hay que combatir el antisemitismo, más que la necesidad de regular”, comentó Jesús Robles Maloof, activista en redes sociales por los derechos humanos, y quien presidió el foro que llevó a cabo el Copred con usuarios de las redes sociales para trabajar un protocolo en esta materia el pasado jueves 8 de noviembre a través de las cuentas del organismo.
Por su parte, L’Hoist Tapia comentó que esta mesa de diálogo es un primer paso para modificar la cultura al interior de las redes sociales y la manera de comunicarse entre los usuarios.
“Tú no puedes decir lo que quieras, cuando haces menoscabo de la dignidad de la persona. La intervención del Copred va a ser la de modificar esa conducta, con autocrítica, no con censura”, dijo.
Adelantó que será antes de que acabe este año cuando a través de un grupo de expertos, el Copred envíe a la Asamblea Legislativa una modificación al artículo quinto de la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación en el Distrito Federal con miras a que se tipifique específicamente el antisemitismo como un delito.
“Tiene que estar claramente señalado que ser antisemita es ser alguien que discrimina”, subrayó.
En México hay cerca de 50 mil judíos; alrededor de 15 mil tan sólo en el Distrito Federal, según cifras de sus asociaciones.