Es difícil distinguir o separar la narrativa gótica de la de terror, ambos son géneros extremadamente relacionados, incluso diversos autores señalan que es lo mismo, para defender este argumento se señala que la novela de terror no existió sino hasta después de haber surgido el terror gótico. La primera novela gótica formal fue "El Castillo de Otranto" (1765) de Horace Walpole.
Más que hablar sobre la literatura gótica o los principales autores, como señalo en el título, esta columna trata sobre "La Reina" de este estilo literario, un reconocimiento que ella nunca esperó tener y que algunos críticos ponen en duda, hablo de la novelista inglesa Ann Radcliffe (1764-1823), su nombre de soltera era Ann Ward pero en 1788 contrajo matrimonio con William Radcliffe, editor de una revista, al no tener hijos Ann comienza a escribir historias como distracción, apoyada por su marido.
En 1789 publicó su primera novela "Los Castillos de Athlin y Dunbayne" aunque no recibió la atención del público o de críticos, esta obra marcó el inicio de su trabajo como pionera del género novela gótica, incluso es considerada una vanguardista en este género. Su técnica narrativa marcó un antes y un después en la literatura gótica, en ella destacan las descripciones de elementos sobrenaturales, los cuales le resultaban mucho más emocionantes y complejos.
Después de su primera publicación escribió otras cuatro novelas, aunque la más importante, y con la que se identifica más su trabajo, es: "Los misterios de Udolfo" (1794). Sus novelas fueron sumamente populares entre las jóvenes señoritas de la clase alta y media alta, las cuales se sentían identificadas con las heroínas, también les permitían conocer lugares exóticos y vivir aventuras que encontraban misteriosas y románticas, elementos que se convirtieron en clásicos de la novela gótica de terror.
"El Romance en el Bosque" le otorgó a Radcliffe el reconocimiento como la máxima exponente de la novela histórica.
Otros autores reconocidos utilizaron las novelas de "La Reina Gótica" para sus trabajos, entre ellos se encuentra Jane Austen, quien conocía y admiraba a Ann y realizó una parodia de "Los Misterios de Udolfo", titulada "La abadía de Northanger", también influyó en el autor escocés Sir Walter Scott, Édgar Allan Poe menciona "Los Misterios de Udolfo" en su relato del "Retrato Oval", incluso el personaje de Jane Eyre creado por Charlotte Brontë está muy similar a los personajes femeninos de las novelas de Rad-cliffe. En conclusión, su narrativa no sólo influyó en la literatura gótica, también en diversos autores de géneros distintos, de igual forma ella junto con otras escritoras abrió el camino para todas las mujeres que deseaban escribir.
Twitter:@DianaPereyra7