La reducción del volumen de agua de las presas para este ciclo agrícola ha detonado un mercado informal de derechos de riego que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no puede controlar.
"Se venden los derechos de agua peor que en el mercado Alianza, no es un mercado negro, es un mercado abierto de venta de derechos", dijo Armando García Triana, director de Cuencas Centrales de Conagua.
La venta de derechos de agua se da principalmente de dos maneras.
Una es que los productores agrícolas piden más agua de la que tienen derechos para después venderlos.
Otra forma es que, ante la disminución del ciclo agrícola, productores en varias partes de La Laguna que no sembrarán este año, pero que tienen derechos de agua los venden a otros para que puedan extender sus superficies de riego.
Aunque esta venta de derechos es legal, García Triana dijo que es necesario regularla, pues resulta perjudicial para la recarga del acuífero.
García Triana propuso condicionar la venta de volúmenes de agua al cobro de intereses para que pueda destinarse una parte a la recarga del acuífero, pero admitió que esto necesitaría una reforma legal.
"El más afectado es el acuífero, es el que nos estamos comiendo día a día. Lo que no hemos hecho en los últimos 60 años lo vamos a hacer en 10, 15 años", dijo.
La Conagua redujo a 600 millones de metros cúbicos el ciclo de riego de 2013 ante una baja en el volumen de las presas, pero no ha contabilizado la cantidad de agua que ha sido vendida a través de transacciones informales.
La falta de tecnificación en el riego con agua rodada es otro de los factores que llevan a los productores a requerir más líquido. Se estima que apenas el 45 por ciento del riego con agua de las presas se hace con sistemas tecnificados.
La falta de tecnología en los módulos de riego también permite un descontrol en el reparto de agua. Hasta ahora los módulos reparten el agua por superficie y no por los volúmenes a los que cada usuario tiene derecho, y el control de los módulos está en manos de los propios agricultores.
Sin embargo, la Conagua no tiene la infraestructura necesaria para instalar medidores en cada parcela.
