El Rey Poeta trascendió por sus aptitudes como guerrero, gobernante, constructor, por sus investigaciones espirituales y por las academias de poetas, escuelas, y archivos de libros pintados que instituyó durante su gobierno en Texcoco.
Acolmiztli Nezahualcoyotl, nombres náhuatl que significan “brazo fuerza de león” y “coyote hambriento o ayunado”, respectivamente, es recordado con motivo del 611 aniversario de su natalicio, ocurrido el 28 de abril de 1402, esto es, el día “ce máztl” (1 venado), del mes “tozoztontli”(vigilia pequeña), del año “ce tochtli” (1 conejo); en la ciudad de Texcoco, capital del Señorío de Acolhuacan, al noroeste del Valle de México.
Según el libro “Nezahualcóyotl, vida y obra” (1972), de José Luis Martínez, el Rey Poeta fue hijo de Ixtlilxóchitl Ome Tochtli, o Ixtlilxó-chitl el Viejo, y de Matlacihuatzin, y trascendió por sus aptitudes como guerrero, gobernante, constructor, por sus investigaciones espirituales y por las academias de poetas, escuelas, y archivos de libros pintados que instituyó durante su gobierno en Texcoco.
Tras la muerte de su padre, en 1418, transcurrieron 13 años difíciles para el futuro gobernante de Texcoco, en los que tuvo que esconderse y confinarse al exilio tras su destierro, dada la invasión de los tepanecas de Azcapotzalco; hasta que en 1431, a los 29 años, fue jurado señor de Texcoco, en el año “nahi ácatl”, o cuatro caña.
Dos años antes de que se alzara como Señor de Texcoco, Nezahualcóyotl realizó algunas obras en Tenochtitlán, como el primer acueducto que llevó agua a la Ciudad de México, y según las leyendas, sembró y dispuso el orden de los ahuehuetes en lo que ahora es el Bosque de Chapultepec.
Desde su primeros años de gobierno, Nezahualcóyotl dividió el señorío de Texcoco en seis parcialidades: Mexicapan, Colhuacan,Tepanecapan, Huitznáhuac, Chimalpan y Tlailotlacan, cuyo gobierno lo encargó a los vecinos y habitantes de los barrios de esas nuevas municipalidades.
Además de los templos y palacios que mandó construir, instauró cuatro consejos encargados de administrar su señorío, como el de Asuntos Civiles y Criminales, el de Música y Ciencias, el de Guerra y, finalmente, el de Hacienda, presididos por sus parientes de mayor confianza, los cuales llegaron a ser muy respetados y que llegaron a conformar un nuevo modelo de gobierno.
Luego de la conquista española, en 1521, y tras la destrucción de la mayoría del acervo cultural de Texcoco, lograron subsistir 36 obras que se atribuyen a Nezahualcóyotl, de un conjunto de 200 cantos que perduran de la época, como “Con flores escribes” y “Alegraos”, por citar algunos.
Otras de las poesías atribuidas a Nezahualcóyotl son “Yo, Nezahualcóyotl, lo pregunto”, “Solamente él”, “El águila y el nopal”, “La poesía”, “Ruina de México en Tlatelolco”, “Hacen estrépito los cascabeles”, “En el interior del cielo” y “Estoy triste”, entre otras.