La rivalidad entre bomberos y policía, y las deficientes comunicaciones socavaron la ayuda a las víctimas de los atentados.
18 de mayo de 2004
Nueva York, (EFE).-La primera sesión que celebra en Nueva York la comisión investigadora de los atentados del 11-S puso de manifiesto que la confusión, la rivalidad entre bomberos y policía, y las deficientes comunicaciones socavaron la ayuda a las víctimas.
La comisión bipartidista inició hoy, a escasa distancia del lugar donde cayeron las torres gemelas, el interrogatorio de autoridades políticas locales, responsables actuales y pasados de los bomberos, la policía y del "Port Authority", entidad propietaria del terreno donde se alzaba el World Trade Center (WTC).
Su objetivo es determinar cómo y por qué se tomaron determinadas decisiones y evaluar el nivel de coordinación para corregir errores y hacer recomendaciones para el futuro.
A las sesiones, que comenzaron con una advertencia de que el debate puede ser "penoso de ver y oír", asisten familiares de víctimas claramente emocionados, en algunos casos con fotografías de los fallecidos.
Miembros de la comisión hicieron un relato cronológico y muy detallado de los sucesos, con vídeos intercalados del choque de los aviones y el derrumbe de las torres, así como testimonios de supervivientes, bomberos y policías presentes desde los primeros momentos en la zona.
Casi 3 mil personas murieron en los atentados del 11 de septiembre de 2001, de los cuales 343 eran bomberos y 23 agentes de la policía.
Los primeros interrogados fueron el ex jefe de la policía en el "Port Authority" Joseph Morris, quien reconoció que estaba al corriente de un posible atentado en Nueva York contra la sede de la ONU o en algún túnel, y el ex director de esa entidad en el WTC Alan Reiss, quien subrayó que "nunca" supieron de un posible ataque con aviones.
Las primeras horas de audiencia mostraron que los esfuerzos de salvamento estuvieron obstaculizados por la rivalidad entre departamentos de policía y de bomberos, que persistía pese a que el entonces alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, había dado directivas en ese sentido.
Según el informe, medidas adoptadas tras el atentado de 1993 en el WTC permitieron mejorar la seguridad, pero hubo problemas de procedimiento y estructurales, y no se siguieron todas las normas.
Los bomberos de la torre norte nunca supieron que la torre sur había caído y que probablemente no tenían mucho tiempo para evacuar, según testimonios de ex responsables de ese departamento.
Un superviviente declaró haber escuchado por la megafonía que el edificio en la segunda torre era seguro, después del ataque al primero, y que podían regresar a sus oficinas.
Los que sobrevolaban con helicópteros la zona llegaron a la conclusión de que era imposible un rescate por el tejado, pero no lo sabían los operadores del servicio telefónico de emergencia, algunos de los cuales recomendaban dirigirse hacia esa zona del edificio.
Preguntado si un rescate por el tejado habría evitado algunas muertes, Reiss reconoció que no era "una opción viable" y de hecho las puertas de acceso estaban cerradas conforme a la normativa federal.
Uno de los ex responsables del departamento de bomberos, Joseph Pfeifer, declaró en la grabación de vídeo que tenían más información los que miraban la televisión que los propios bomberos en las torres.
La comisión reconoció que las autoridades locales y responsables de los servicios de emergencia tuvieron que tomar decisiones rápidas "en ausencia de buena información" y "a veces en condiciones adversas", pero también que los diferentes departamentos implicados en el rescate no compartieron toda la información.
La sesión estuvo marcada por aplausos del público a comentarios de un miembro de la comisión, Bob Kerrey, después de que Reiss declaró que no culpaba a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) por no compartir información sobre los atentados, sino más bien estaba furioso con los 19 secuestradores de los aviones.
Kerrey cuestionó su respuesta y subrayó que los secuestradores vencieron al servicio de inmigración, al de aduanas, al FBI y al servicio de inteligencia.