(Segunda y tercera década de la vida)
Los padecimientos mentales existen desde que la humanidad existe. Entrado el siglo XIX, las escuelas alemana, francesa y las aportaciones de Sigmund Freud lograron agrupar las primeras clasificaciones; de esa manera ha sido posible integrar los cuadros clínicos.
Las aportaciones de Freud, han sido muy importantes, sobre todo, su teoría estructural y topográfica de la mente. En sus disertaciones destaca que son parte de nuestras actividades cotidianas. Ya que tomamos decisiones de forma preconsciente o inconsciente, de estas acciones, si nuestra estructura de personalidad es suficientemente sana, podremos estar en armonía con nosotros mismos y con los demás.
Será fácil constatarlo si en las interacciones con nuestro entorno despertamos en el otro reacciones de aceptación y estima (claro que hace falta cultivar la autocrítica, pues es fácil caer en el autoengaño).
La salud mental es equivalente a la salud médica general. De acuerdo a la estabilidad emocional se fincará un equilibrio dinámico, entre huésped, agente y ambiente. Todos podemos llegar a presentar síntomas aislados de depresión y ansiedad, así como rasgos de personalidad histriónica, obsesiva, explosiva, paranoide, etc. Al contar con un aceptable armamentum bio-psico-social la persona recuperará la estabilidad mental y emocional.
Los trastornos mentales más frecuentes son: El Trastorno por Déficit de Atención, Trastorno Bipolar, Trastorno Obsesivo Compulsivo, Borderline y Abuso de alcohol y otras drogas. En esta ocasión abordaré únicamente el Déficit de Atención y el Trastorno Bipolar. La próxima semana continuaré con las demás patologías y su tratamiento.
El Trastorno por Déficit de Atención (con o sin hiperactividad): Ésta es una enfermedad que suele combinarse con conducta negativista, rebelde o desafiante, es uno de los padecimientos que se presenta en la etapa escolar básica y de acuerdo a estudios suele prolongarse a la etapa de adulto joven. Este padecimiento se caracteriza por un déficit neurocognitivo en el cual al joven se le dificulta atender y concentrarse en sus estudios, prefiere más las actividades excitantes o de diversión, tiene dificultad para mantener relaciones estables, consumo de bebidas alcohólicas, cambia de humor con facilidad, baja sus calificaciones y/o adeuda materias y con frecuencia renuncia a los estudios de bachillerato o licenciatura.
El Trastorno Bipolar: Es un padecimiento afectivo de difícil diagnóstico porque al presentarse en la segunda o tercera década de la vida, los síntomas se confunden con las conductas propias del adolescente o del adulto-joven, este trastorno, como su nombre lo dice, se caracteriza por dos fases que son: La maniaca, de conducta extrovertida, eufórica, incansable, temeraria, de alegría constante, tolerancia a las bebidas embriagantes, a los desvelos, a la hiperactividad sexual.
Y de la depresiva, grave, por el riesgo de suicidio de hasta un 15 % de los pacientes. Suele estar enmascarada, puesto que es raro que un joven admita o sepa expresar que se siente triste y muy deprimido, generalmente continúan realizando sus actividades, suele encubrirse también por consumo de sustancias lícitas o ilícitas, de esta forma el diagnóstico y tratamiento específico tarda de 6 a 8 años.
*Psiquiatra. Profesor de Psiquiatría de la Facultad de Medicina, Torreón, UA de C.
www.facultaddemedicinatorreòn.blogspot.com
La próxima semana el Dr. Fernando Sánchez Nájera continuará con el mismo tema.