Englert consideró 'probable' que 'el desafío que tiene las mayores posibilidades de ser resuelto' en un futuro, 'al menos cercano', es el de la materia oscura, que representa casi un cuarto de la masa del Universo observable. (ARCHIVO)
El premio Nobel de Física François Englert cree que descubrir la materia oscura es el próximo "desafío que tiene más posibilidades de ser resuelto" en un futuro cercano, tras haberse encontrado al esquivo "bosón de Higgs", del que es uno de los "padres".
El belga Englert y el británico Peter Higgs recibieron el Premio Nobel de Física por "el descubrimiento teórico de un mecanismo que contribuye a nuestro entendimiento del origen de la masa de las partículas subatómicas" o lo que es lo mismo, por haber acertado con su teoría sobre la existencia del bosón.
Casi 50 años tuvieron que pasar hasta que el Centro Europeo de Física de Partículas (CERN) anunciara, en julio de 2012, que por fin había dado con esa partícula subatómica, pero ello no supone el final de una etapa sino el principio de otras muchas.
Englert consideró "probable" que "el desafío que tiene las mayores posibilidades de ser resuelto" en un futuro, "al menos cercano", es el de la materia oscura, que representa casi un cuarto de la masa del Universo observable.
"Hay muchas posibilidades" de que esa materia oscura se deba a partículas que aún no conocemos o que "esté ligada a una supersimetría que aún no hemos descubierto", al fin y al cabo "no estamos seguros de qué está compuesta", dijo.
De hecho, la única manera de observarla ha sido de forma indirecta a través de su interacción con la materia visible y para buscarla se están realizando experimentos paralelos en el espacio y en laboratorios subterráneos como los del CERN.
La materia oscura podría convertirse en otra especie de fenómeno de masas como lo ha sido el bosón de Higgs, que muy pocos sabrían explicar, pero que cada vez que se decía que su descubrimiento estaba cerca causaba gran interés en el público.
"La gente podrá entender mejor de qué se trata la materia negra, al menos si es cómo pensamos, y se sentirá también interesada por ella", vaticina Englert, para quien el bosón, por el contrario, forma parte "de una teoría muy compleja y difícil de explicar sin hacer aproximaciones grosso modo que no suelen ser correctas".
Pero el físico recuerda que no hay que confundir materia oscura con energía oscura (la que se supone que es responsable de la expansión acelerada del Universo), que es "un problema muy diferente" cuya resolución "requiere una nueva orientación de pensamiento".
Este ha sido el año de Englert y Higgs, que además del Nobel han recibido el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.
Los honores han llegado después de que se haya demostrado la existencia de una partícula subatómica (el bosón) por la que el resto de partículas adquieren masa y que es una parte central del Modelo Estándar de la física, que describe cómo está construido el Universo.
Una teoría que Higgs por un lado y Englert, junto al fallecido Robert Brout, por otro, formularon en 1963, aunque el bosón acabó tomando el nombre del británico, denominación que al belga no le parece del "todo adecuada, aunque eso no es lo realmente importante".
Demostrar la existencia del bosón ha supuesto un largo esfuerzo de investigación y de recursos, aunque Englert, de 81 años, no ha seguido "día a día" lo que pasaba en ese aspecto ya que en esas cinco décadas de búsqueda él ha trabajado "en muchos otros terrenos".
La Academia sueca menciona en la motivación del premio al CERN y su labor experimental gracias al acelerador de partículas conocido como el Gran Colisionador de Hadrones (LHC).
Aunque más allá de la indudable excelencia de ese centro, situado en la frontera franco-suiza, en el que trabajan científicos de todo el mundo, Englert destaca un aspecto más humano.
"El ambiente es muy agradable. Allí hay personas que vienen de países que entre ellos están casi en guerra y, sin embargo, pueden hablar con pasión de cosas que interesan a todo el mundo".