Celebración. Monseñor José Guadalupe Galván Galindo consagró el Santo Crisma y bendijo los Santos Óleos.
La Diócesis de Torreón inició la celebración del Jueves Santo con la misa Crismal en la cual se consagra el Santo Crisma, se bendicen los óleos y los 120 sacerdotes diocesanos y religiosos renuevan sus promesas ante Dios.
Durante la homilía que ofreció el obispo de la Diócesis, Monseñor José Guadalupe Galván Galindo, explicó que el Santo Crisma es el óleo perfumado, cuya unción es signo sacramental del sello del espíritu y que es comunicado con sus dones el día del bautismo, la confirmación y la ordenación de sacerdotes y obispos.
La palabra crisma proviene del griego y significa unción. Se trata de aceites mezclados con aromas que son consagrados durante esta celebración y que se emplean para ungir a quienes recibirán los sacramentos mencionados durante todo el año.
Según la religión católica, los óleos son aceites de olivo que se aplica a los catecúmenos, quienes por este ungüento son vigorizados en orden de renunciar al mal y así liberarlos del pecado. También se unta a los enfermos para que el Espíritu Santo vivifica y transforma la enfermedad y la muerte en sacrificio salvador como el de Jesús.
Al finalizar la homilía se llevó a cabo la renovación de votos sacerdotales en la cual Monseñor los exhortó a "hacer un alto en el camino de cara a estos días de Triduo Pascual, dejemos que el santo crisma con el que fuimos sellados y configurados con Cristo, vuelva a brillar en nuestra vida y ministerio; para que el espíritu santo que nos consagró, encuentre en nosotros una renovada disposición a dejarnos tocar y transformar por su acción vivificante".
La celebración religiosa se llevó a cabo en la parroquia de San José, la cual estuvo repleta de fieles, en punto de las 10 de la mañana y finalizó cerca del mediodía.
