Su nombre fue Gabriel José de la Concordia García Márquez y nació en Aracataca, Colombia, el 6 de marzo de 1927. El mundo lo llamó Gabo y murió ayer, a los 87 años, en su casa de la Ciudad de México.
A las 2:38 pm, la periodista Fernanda Familiar anunció la muerte del escritor por Twitter. "Deja de latir el corazón de Gabriel García Márquez", escribió. A partir de esa hora, comenzó la avalancha de mensajes en redes sociales, que lamentaban la muerte de Gabo.
A su casa de la Ciudad de México, en la calle de Fuego 144, llegó la prensa y comenzó el peregrinar de amigos, conocidos y admiradores de su obra. Muchos llegaron con flores amarillas. Rosas, en la mayoría de los casos, como las que su esposa Mercedes Barcha colocaba todos los días en el escritorio donde Gabo escribía.
Antes de las 5 de la tarde, una carroza fúnebre se abrió paso hasta su casa para trasladar el cuerpo del escritor hasta la funeraria J. García López, del Pedregal. Hubo un operativo especial de seguridad que acompañó el tránsito del vehículo, seguido por una caravana de automóviles de prensa.
En la funeraria el acceso estuvo restringido por elementos de la Policía Bancaria e Industrial, quienes también formaron un cerco de seguridad en el perímetro de la casa de García Márquez, a petición de la familia del escritor, informaron fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública del DF.
El cerco de seguridad, sin embargo, no impidió que los lectores de García Márquez despidieran al autor a la puertas de la funeraria, donde su cuerpo fue cremado.
Con sus libros en manos, se apostaron en escalinatas y banquetas y comenzaron la lectura pública de Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba, entre otros títulos que los seguidores de García Márquez llevaban como biblias en sus manos.
Algunos sollozaban, pero la mayoría leía. Su literatura despejó el silencio y sus libros se convirtieron en palabra sagrada para despedirlo.
El próximo lunes Bellas Artes recibirá las cenizas de García Márquez y le rendirá homenaje, anunció el presidente de Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, a través de su cuenta en Twitter.
A la funeraria arribaron escritores, periodistas y algunos políticos mexicanos que lograron el ingreso para acompañar a la familia García Márquez.
La suya fue una muerte anunciada, pero no deseada. La salud de García Márquez se complicó desde el 31 de marzo por un cuadro infeccioso en pulmones y vías urinarias. Días después la prensa informó que el cáncer había atacado de nuevo el cuerpo de Gabo, 12 años después de haberlo vencido.
Adiós. Fotografía de la última aparición pública de Gabriel García Márquez, tomada afuera de su residencia en la Ciudad de México el pasado 6 de marzo en su cumpleaños número 87. El Premio Nobel de Literatura falleció ayer tras una serie de complicaciones respiratorias.
