Dos personas murieron y tres más resultaron lesionadas en un brutal encontronazo entre dos automóviles en la carretera Torreón-San Pedro, a la altura de la Universidad del Valle de México (UVM).
El accidente ocurrió poco antes de las 10:30 horas en los carriles con dirección de San Pedro a Torreón, entre el automóvil Volkswagen Jetta, color negro, con placas FFN-6196, manejado por Paulo César Soto Mendoza, de 18 años de edad, vecino del ejido Florida, del municipio de Francisco I. Madero, Coahuila y el Nissan Tsuru, color rojo, con placas FFN-5165, manejado por el profesor, Jorge Alejandro Estrada Montelongo, de 48 años de edad, quien era acompañado por Xóchitl Alcalá Martínez, de 47, con domicilio en la colonia Ignacio Zaragoza, de Francisco I. Madero, Coahuila, que fallecieron en el lugar de los hechos.
De acuerdo a la versión de conductoras de otros dos vehículos, el Jetta circulaba de sur a norte (con dirección a San Pedro) y de pronto el conductor perdió el control del automóvil, viró a su izquierda, se subió al camellón y chocó de frente contra el Nissan Tsuru, que transitaba con dirección de norte a sur.
Con el brutal impacto, los frentes de ambos vehículos quedaron destrozados y el Tsuru termina en sentido contrario al que circulaba y el Jetta negro también, con una distancia de unos 30 metros entre ambos. Atrás del Tsuru circulaba una camioneta Mazda CX-9 cuya conductora viró a su derecha y se salió del camino para evitar chocar, resultando sólo con algunos golpes sin consideración.
En el Jetta viajaba una mujer y otro joven, que en el choque salió hacia el automóvil y quedó en el pavimento, lesionado al igual que el conductor y la acompañante, que más tarde fueron auxiliados por los paramédicos de la Cruz Roja y trasladados al hospital los tres.
El profesor y su acompañante sufrieron golpes en la cabeza, el pecho y abdomen. Cuando llegaron los socorristas ya nada se pudo hacer por ellos, pues habían muerto en sus asientos y hubo necesidad de utilizar el equipo denominado quijadas de la vida, para poder rescatarlos entre las portezuelas destrozadas, labor que les llevó una media hora.
Con el brutal impacto, los frentes de ambos vehículos quedaron destrozados y el Tsuru termina en sentido contrario al que circulaba.
