La siguiente narración es un caso real de una chica adolescente y una muestra clara de confusión sexual: Yo iba en tercero de bachillerato, sacaba malas notas en la escuela y era desordenada en casa. Un día, el esposo de mi madre se mostró enfurecido por mi conducta, dijo que era el momento de poner los puntos sobre las íes y me llevó al cuarto de la azotea para llamarme la atención a solas. Comenzó regañándome, me senté en una silla y agaché la cabeza. Después me pidió que me pusiera de pie, no sé cómo sucedió todo, pero me abrazó; yo estaba confundida por su reciente reprimenda, mi autoestima estaba en el suelo, creí que intentaba consolarme, pero empezó a quitarme la ropa y a tocarme, preguntó que sentía, no dije nada, me pidió que lo besara. Había algo agradable, y repulsivo a la vez, en sus caricias. De pronto me tocó en la parte más intima de mi cuerpo. Me asusté. No sé cómo logré salir, pero llegué al departamento bañada en lágrimas. Le conté a mi madre lo que había ocurrido. No sé lo que ella le dijo o cuál fue la versión de él, sólo dejaron de hablarse por un tiempo y después siguieron haciendo su vida normal.
El sexo siempre me causó gran curiosidad, pero al recordar a mi padrastro me pregunto una y otra vez por qué es algo que se usa para lastimar y por qué es algo tan sucio para algunas personas.
Le platiqué a mi novio lo que me había ocurrido y me consoló. Dijo que estaba muy agradecido por la confianza que le tenía. A los pocos días quisimos tener relaciones sexuales, pero no pude cooperar. Volvimos a intentarlo otras veces y siempre me lastimaba, hasta que se desesperó, asegurando que no éramos compatibles. Me dejó y lloré mucho. Eso pasó hace dos años. Ahora salgo con otro muchacho. Necesitaba saber si soy normal, así que cuando me pidió acostarse conmigo acepté, puse todo de mi parte y al fin pude tener sexo completamente. Él disfrutó mucho. Para mí fue intranscendente. Cada semana quiere que nos acostemos. Me agrada excitarme, pero al final resulta frustrante pues no logro sentir nada extraordinario. He pensado terminar con él e intentar alguna nueva relación para ver si con otro muchacho las cosas salen mejor. He descubierto que TODOS los hombres estarán disponibles para acostarse conmigo cuando yo lo quiera. Antes soñaba con llegar virgen al matrimonio, ahora eso me parece bobo. Quiero probar otros brazos pues tengo miedo de que yo sea el problema. Por favor, aconséjeme. Leí su articulo y sé que podría ayudarme.
"Despertar...es" “QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR” German de la Cruz Carrizales Torreón, Coahuila. México MMIX
Un encuentro contigo mismo
Un libro que una vez
que inicias, no podrás dejar de leer.
Disponible ya en CD