Creer es algo que al mexicano le cuesta trabajo y Javier Aguirre cree en el trabajo, y es algo que ha fundado en los jugadores, vaya que conoce bien la idiosincracia del mexicano, nuevamente como hace cerca de 8 años, toma una selección hecha pedazos animicamente y organizacionalmente, y nuevamente dice, quitense que aquí les voy.
La Selección de Estados Unidos tiene un juego bien fundado y frio, tal cual es el carácter de ellos, esperar, ser constantes y atacar cuando el enemigo se descuide, en otras palabras, estar concentrados esperando el error del contrario, lejos de lo que muchos piensan, no son ofensivos, sino mas bien esperan el momento justo.
El mexicano es desesperado, desordenado y se calienta rapido, eso combinado con la frialdad de ellos, solitos nos aniquilamos.
En la Copa Oro se vió algo distinto, frialdad en el Mexicano, disciplina, orden. El partido de ayer me recordó mucho aquella derrota que Argentina nos dio en el pasado mundial cuando el Maxi le metió una golazo a Mexico de Lavolpe y dejarnos en la lona, después de ir ganando 1 a 0 con gol de Rafa Márquez, dicho sea de paso Aguirre dirigió al Maxi meses después en el Atlético, la vida da vueltas.
Aquel juego México jugó disciplinadamente, con orden, con frialdad, muy similar al juego de ayer contra Estados Unidos, la gran diferencia es el rival, Argentina es un equipo latino lleno de chispa, magia e individualidades, Estados Unidos es anglosajón, frio, calculador, sin chispa.
Ayer se aplicó la justa medida para triunfar y se dio un paso hacia Sudáfrica y no me refiero en cuanto a numeros y clasificación, sino en cuanto a confianza, preparación y resultados, notamos en la cancha un equipo, un trabajo en equipo que estos muchachos de poco mas de 20 años han entendido, con un gran lider como lo es Aguirre, aunque derepente se le salga una patada. Vamos por buen camino.