Hay mucho escrito sobre dar con un corazón dispuesto. Dar voluntaria y desinteresadamente, se reduce básicamente a si deseamos dar o no. A esta actitud la llamo nuestro "quiero", y creo que sin ella, nunca haremos nada significativo. A lo largo de muchos años en el ejercicio de mi carrera, he tenido que pasar muchas cosas negativas, hoy mismo es un trago amargo y doloroso. Si tengo un llamado en mi vida, necesito algo además de este llamado. Necesito tener mucho "quiero". Otra palabra para eso es pasión. Es lo que nos motiva a trabajar mucho y hacer sacrificios con una buena disposición. El "quiero" es algo poderoso y solo el que lo vive, sabe lo que hay dentro de su corazón. Con el, podemos hacer bien un trabajo, perder peso, mantener nuestra casa limpia, ahorrar dinero, salir de las deudas o alcanzar cualquier meta en la vida. No nos gusta afrontar el hecho de que nuestra victoria o derrota están relacionadas con nuestro "quiero". Solemos ser bastante buenos para echarle la culpa de nuestros fracasos a otras personas o cosas. Nos gusta culpar al diablo, al pasado, al gobierno, a nuestra pareja, a nuestros padres, etc., cuando, por lo general, lo esencial es que no tenemos suficiente de la clase correcta de "quiero". Es necesario que reconozcamos que terminamos haciendo lo que queremos en la vida. Si tenemos un fuerte deseo de hacer algo, de algún modo encontramos la manera de hacerlo. Muchos de nosotros debemos sentarnos y hacer un buen equilibrio, a la antigua, de nuestra "quiero". Deberíamos ser lo suficientemente sinceros para admitir: "No tomé la victoria porque realmente no quería. No ore ni leí la Biblia porque no quería, no pase tiempo meditando en la Palabra y hablando contigo porque no quería. En cambio, me senté toda la noche en el sofá viendo televisión porque quería hacer eso". No hay nada malo en el descanso y esparcimiento, pero es necesario que mantengamos correctas nuestras prioridades. Asumir plena responsabilidad por nuestra vida es emocionalmente difícil, pero deberíamos recordar que solamente "la verdad" nos hace libres. Si usted y yo vamos a servir y ser ejemplos para otros, es necesario que tengamos muy claros nuestros "quiero". A Dios no le interesan nuestras buenas obras si no las estamos haciendo con un corazón dispuesto. Pida a Dios que le de sus deseos y le haga querer lo que El quiere.
¿Y usted que opina?
Cuando las cosas no marchen como debieran, debemos hacer un alto y recuperarnos ojala que esta sintonía nos pueda ayudar “H'oponopono”. Haga clic en la dirección de abajo.
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