Antes pensaba que en Sudáfrica, México tenía al menos para pasar a la siguiente ronda, como ha ocurrido en los últimos cuatro mundiales. Luego busqué ilusionarme con el “famoso” quinto partido. Ahora, no me queda más que aterrizar en la realidad y esperar que México gane un juego... “de perdis”.
=mas=
Es cierto que los resultados en los partidos de preparación no son importantes. Que el roce con potencias como Holanda e Inglaterra es positivo. Que meterle cinco goles a Gambia representa una inyección de confianza para los jugadores. Pero lo que nomás no me da para soñar, son las fallas ante el marco rival, esas que siempre han existido. Mientras México “juega bonito” y falla las claras contras los “buenos”, las potencias no se tientan el corazón y con su futbol frío y calculador le ponen número al marcador. Así, ellos sí saben lo que es avanzar al quinto, sexto y séptimo partido, esos que los mexicanos (jugadores y aficionados) sólo vemos por televisión. La otra esperanza que guardo es que Sudáfrica, Uruguay y Francia se parezcan más a Gambia que a Holanda... pero no creo que sea así.
Cambiando de tema
De Vuoso y la ‘envergadura y grandeza’ que diferencian al América del Santos (según dijo a su llegada a Coapa) ya leí mucho... pero me sigue causando risa cómo un jugador, por querer quedar bien con el club que lo contrata, termina diciendo semejante estupidez.
Los futbolistas tienen la “mala suerte” de ser famosos, por lo que muy seguido les acercan micrófonos. Hay algunos que salen bien librados de ese encuentro, pero hay otros que deberían fingir que están afónicos y mejor no hablar.
...y ya por último
¿Por qué dos laguneros tienen que salir de su tierra y jugar en otro equipo para que el de casa se fije en ellos y los traiga de regreso?
Me despido… chao!