Entre fechas memorables y el presente que no se olvida

Parece que fue ayer, pero también parece que ha pasado más tiempo. Fue hace un año que comenzó la demolición del Viejo Estadio Corona, del cual ya no queda más que el recuerdo. Y desde entonces han pasado tantas cosas.

=mas=

Al día siguiente de albergar su último encuentro (Santos 1-1 Pumas), las máquinas entraron al inmueble para derrumbar todo lo que estuviera a su alcance. Las miradas de los aficionados que por ahí pasaban se detenían a contemplar “la caída de un coloso”.

Pero la historia no se detiene. Y después de las cosas buenas, deben llegar otras mejores. Tras el polvo que dejó derrumbe se vislumbró la que se espera sea la nueva “Casa del Dolor Ajeno”. Desde entonces, y desde meses atrás, el presidente del club lagunero (Alejandro Irarragorri) no ha dejado de jactarse (con justa razón) de la gran obra que en La Laguna estaba por estrenarse, aquella que durante tantos años habíamos esperado los que aquí vivimos. Como si quisiera dejar atrás el pasado del cual no siempre fue cómplice y testigo, Irarragorri “parte” la historia del club en dos, aunque asegura que quizá serán nuestros nietos los que vean la obra consumada. Porque a pesar de los 26 años de vida del club, y de los inminentes logros en tan poco tiempo, los grandes se hacen con los años, y al Santos todavía le faltan muchas páginas por escribir.

Llamar al Santos “El Coloso del Norte” me parece inadecuado aún, pero es ese odio deportivo (surgido a raíz de televisoras y publicidad) con los equipos de Monterrey el que ha llevado a los aficionados verdiblancos a perder la mesura. La verdad es que Santos no disputa ningún clásico en el futbol mexicano, el que en todo caso sería con las Cobras de Ciudad Juárez, pero hace mucho dejaron de figurar.

Clásico era el uniforme de rayas horizontales verdes y blancas que el mismo Irarragorri se ha encargado de opacar, o los domingos de futbol en La Laguna (cambio que sí me pareció positivo).

Por lo pronto, terminó octubre (mes de transición) y en la tabla general no hubo mayor movimiento. Se enfrentaron los mejores entre ellos y al menos aquí imperó la lógica: el 1 (Cruz Azul) le ganó al 2 (Monterrey) y al 3 (Santos); el 2 perdió con el 1, pero venció al 3; y el tres perdió con el 1 y el 2.

Lo mejor apenas viene. Y lo que queda es vivir el presente, sin olvidar nunca el pasado.

Me despido, chao!