La mejor forma de decir adiós

A escasas horas de que termine 2010, he decidido despedirme con unas palabras, por escrito, como suelo hacerlo. Hace días me reuní con cuatro caballeros de la pubertad, etapa en la que compartí (entre otras cosas) gustos musicales. En ese entonces el futbol también era una inquietud, y por lo general siempre fui la minoría. La noche del último Monday Night del año, uno de ellos me dijo “deberías escribir sobre música”, a lo que respondí que sí me gustaría. Un viejo amigo de ojos semiabiertos comentó que ya hasta la Rolling Stone cambió su formato, porque hablar de rock no es tanto negocio.

=mas=

Hoy despido el año en compañía del Big Four, aclamado concierto de Metallica, Megadeth, Slayer y Anthrax en Sofía, Bulgaria, 22 de junio de 2010; los cuatro grandes del thrash metal (dejando a un lado a Sepultura). Espero que mi estridente forma de decir adiós a 2010 me traiga más ruido para el año que sigue, más conciertos, más música, armonía y paz para mis oídos. De igual forma aprovecho para desear a todo aquel que lea esto, que no deje de lado sus creencias y convicciones. Que los próximos 365 días sean de triunfos, y que todo lo imposible sea posible (como volver a ver a James Hetfield y Dave Mustaine en un fraternal abrazo sobre un escenario del metal, o a tanta personalidad tocando Am I Evil? al unísono).

En resumen, que venga lo mejor para cada quien en 2011: títulos del Santos, victorias de la Selección, grandes conciertos, reencuentros, experiencias alegrías y aprendizaje. Salud!

En breve, haré mi lista de deseos y propósitos para el año que llega, con la lista del año que muere en mano, a ver que se cumplió y que no.

Chao!