¿Cómo quedo ante la sociedad y la Iglesia ante la separación o divorcio? Hoy día siete de cada diez matrimonios pasan por una experiencia semejante, y ante tal circunstancia debemos andar el camino que Dios nos tiene deparado. Antes, quedaban marcados los matrimonios que se separaban, sin embargo debemos tomar en cuenta que Dios nos da la oportunidad de pasar por esta experiencia ayudando a otros. Ante esta ola tan grande de personas que han sido dejadas, abandonadas, que están separadas, están en proceso de divorcio o ya divorciadas, hay una verdad que hay que sacar a la luz. El SACRAMENTO DEL MATRIMONIO esta jurídicamente reconocido por la Iglesia. Por ejemplo, los sacerdotes también pueden tener rupturas, es decir, pedir una dispensa de votos, pero ante Dios siguen siendo sacerdotes, aunque no pueden seguir fungiendo como tal, es decir ya no es un ministro. El matrimonio es un sacramento, pero también un estado de vida pública y a veces LA IGLESIA RECONOCE PUBLICAMENTE LO QUE NO EXISTE. El sacramento del matrimonio puede darse, pero también puede ser falso. Es decir, valga como ejemplo: Un pastel, es pastel solo cuando tiene todos los ingredientes, es decir, harina, huevos, mantequilla, leche, etc., pero si le falta harina, ¿Sera pastel? Por supuesto que no!! Será una mezcla rara, pero no pastel. Imaginemos que una persona se encuentra a un sacerdote amigo suyo, quien le pide que sea bautizado, ya que no lo está. Esta persona se niega, sin embargo el sacerdote le avienta el agua bendita y le dice que es bautizado. ¿Quedara bautizado, por haberle aventado el agua? A todas luces que no!!! Para recibir un sacramento es necesario que se quiera conscientemente. Un merengue esta hueco, y por más bonito y apetitoso que aparente ser, no tiene consistencia. En el caso de un matrimonio que sea a la fuerza, NO HAY MATRIMONIO!!! Pero, ¿Por qué fallan los matrimonios? Porque no había sustancia. Imaginemos levantar un muro de mampostería. Al depositar la carga sobre este, ¿lo resistirá? Por supuesto que no, la carga (si lo podemos llamar en su sentido más amplio) del matrimonio es muy pesada, y se viene abajo. Hay muchos matrimonios en apariencia, pero no en esencia.
Para demostrar que un matrimonio nunca se dio, hay tres elementos que se estudian por el Tribunal Eclesiástico y estos son: 1. CONSENTIMIENTO: Es decir, que quieras. No hay poder humano que te obligue y realizarlo frente a ello. 2. HABILIDAD: Concepto jurídico, que significa, las cualidades para que te puedas casar. UNIDAD, es decir te casas con una sola persona. INDISOLUBLE: Es decir, no lo puedes romper o disolver. Ejemplo: Un sacerdote no se puede casar solo con la dispensa del PAPA. Para lo cual hay IMPEDIMENTOS, como, Consanguinidad. No es HABIL que se case un hermano con una hermana. No te puedes casar con tus padres. Fisiológico, como la impotencia. Publica Honestidad, Si vives con una persona sin haberte casado (concubina) y esta tiene una hija y te quieres casar con la hija, eso no se puede. No puedes casarte con tu hija adoptiva, con tu prima o una persona que no ha sido bautizada. 3. FORMA: Formalidad, es decir, tiene que dar autorización el párroco de tu comunidad o el Obispo. Si una pareja va con un sacerdote que no es su párroco y les pide que los case y lo hace, eso es nulo, no vale. Además tienen que haber dos testigos, incluso pueden brincarse el rito y quedar casados con estos elementos. La persona tiene que ser capaz con lo que se compromete y además que lo tenga claro. Ejemplos: La mujer queda embarazada y el hombre tenía la firme decisión de dejarla desde antes, pero la familia lo obliga a casarse, es nulo. La familia con chantaje te obliga a cumplir con un acuerdo, pero no estás convencido, es nulo. LA MENTIRA, ella le dice que esta embarazada, pero en realidad no lo está y se casan, es nulo. Ella está enamorada de su novio que llega todos los días con su bata y manchada de sangre. Se casan y se da cuenta ella que es carnicero, en vez de médico, ella se caso engañada, aunque por sí misma. Cada caso es particular y tiene que ser analizada por el tribunal eclesiástico. Ella se casa, pero ignora que se dedica a negocios ilícitos, es nulo. La persona que se casa con un homosexual sin saberlo y este mete a hombres a su casa, es nulo. Casos similares son, las personas que se casan con mitómanos, celopatas, síndrome bipolar.
En un principio todos los seres humanos estamos capacitados para el matrimonio, pero si no se cumplen las características antes mencionadas, no hay matrimonio. El tiempo que estamos viviendo puede incapacitarnos para el matrimonio, por eso tanto fracaso. Hay personas que dicen: “Yo no me quería casar” o “Me casé para toda la vida”. Hay casos, quizás el suyo; Si un muro es firme, pero le sale termina y se derrumba, es válido y hay que pagar las consecuencias de nuestro descuido. El tribunal Eclesiástico analiza y estudia cada caso en particular y emite al final una sentencia que puede ser: Matrimonio verdadero, matrimonio falso o incapaz de dictar un veredicto por insuficiencia de pruebas. “La verdad nos hará libres” y hay que vivir nuestra fe de acuerdo a nuestras circunstancias.
El sacramento del matrimonio y el sacramento de la eucaristía están íntimamente ligados, y Dios está presente en ambos, es por ello que quien no vive la realidad de su matrimonio no puede comulgar. Muy importante recalcar es que la Iglesia no disuelve matrimonios, investiga y da a conocer la verdad, es decir, “Declara tu situación ante Dios”.
El proceso de nulidad de matrimonio tiene varios pasos: 1. Solicitud ante vicario judicial con motivos. 2. Los jueces empiezan a actuar escuchando a las dos partes, proceso de investigación. 3. El caso lo estudian tres jueces peritos. 4. Se dicta una sentencia 5. La duración promedio es de un año y medio y tiene un costo de operación.
¿Y usted qué opina?
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