Da pena ajena como un equipo se reúne ante las cámaras de televisión para “demostrar unión y compromiso”. Se la creo a los Indios de Juárez, un plantel de bajo perfil que tardó casi un año en volver a ganar. Pero a los Tigres, con la nómina, apoyo económico y afición que tienen, no. Es increíble como un equipo tan consentido es tan incapaz sobre la cancha. Como la directiva aguantó tanto a un director técnico que ha tenido éxito, pero que ya se vio que no puede en un club como el universitario. Es incomprensible la situación que viven los felinos.
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A media semana un diario de Monterrey publicaba una reseña de la carne asada que tuvieron los pupilos de Daniel Guzmán, como las que, se dice, eran recurrentes cuando dirigía al Santos. El convivio se prolongó durante 7 horas, según detalla el periódico, y se llevó a cabo después de una “ligera práctica”. Narra la crónica que al final de la jornada, “El Travieso” se sorprendió por la presencia del reportero, y peor aún, Luis Bongiovani (preparador físico) le recriminó que estuviera ahí. “No tienen calidad”, le dijo según reprodujo el diario. Lo cierto es que Tigres no conoce lo que es la victoria en su estadio en lo que va del torneo. Antes de recibir al Toluca, el presidente de Tigres, acompañado de su técnico (Guzmán), el capitán del equipo (Fernando Ortiz) y el “Kikín” Fonseca, “dio la cara” y prometió dejar todo para salir adelante. Guzmán reconoció la pena que los embarga “a todos” en el club, y dejó claro que las cosas iban a cambiar. En dicha cita con la prensa, los felinos no aceptaron responder preguntas de la prensa.
Llegó el sábado y volvieron a perder. El mensaje de unidad y compromiso se perdió en la triste realidad. Tan mediocre de unos tigres sin garra ni vergüenza.
Me despido
Chao!