Basta de resúmenes del año que ya no existe, de ese 2009 que pasó a la historia, como cada año lo hace cada año. Es tiempo de ver hacia delante, sobre todo para Rubén Omar Romano y Santos luego de perder en su primera oportunidad.
=mas=
Recordar es volver a vivir, pero la vida no se detiene y siempre hay nuevos retos. Santos Laguna tiene en puerta la oportunidad de volver a la Copa Libertadores (ahora con un escenario digno como local). México, a su vez, tiene también su oportunidad de llegar más lejos de lo que acostumbra en una Copa del Mundo. En ambos casos la responsabilidad recae en los respectivos entrenadores.
Romano regresa tras una pausa en su carrera como técnico, pero con una racha de 23 partidos sin ganar. Aguirre tampoco la tiene fácil, la Selección ha dejado mucho que desear últimamente. No quiero ser pesimista, pero tanto Santos como el Tricolor deberán poner más que ganas para lograr algo importante en 2010.
Sobre la lista de deseos del año pasado que tenía perdida, ya la encontré. Quería que al América le fuera mal, y no recuerdo que le haya ido bien; que la Selección Mexicana ganara el hexagonal de la Concacaf con autoridad, algo que no sucedió; que Aguirre fuera campeón con el Atlético de Madrid, y tampoco. Que Hugo Sánchez siguiera con Almería al menos durante seis meses, y duró todo el año. Quería estar en la inauguración del Territorio Santos Modelo, y no se pudo, pero quería ver a un equipo como Real Madrid, el cual tampoco llegó. Esperaba a Delfines en el Súper Tazón, a unos Vaqueros Laguna triunfadores y a Algodoneros (en el basquetbol local) solventes económicamente. Sólo Vaqueros dio alegrías.
Ahora, en 2010, quiero que se haga posible lo imposible y sueño con que al final del año tenga nuevos retos que cumplir para el que le siga.