Borgetti está de moda

De pronto, prendo la tele y hablan de Jared Borgetti. Aquí y allá. Aparece en los diarios nacionales o noticieros internacionales. Ese personaje tan familiar para la Comarca Lagunera, que en 1996 le diera al Santos su primer título de Liga en una jugada en la que estaba en fuera de lugar.

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Borgetti, quien igual ha jugado en Torreón, como en su natal Sinaloa, en la capital de México, en Inglaterra o en lejanas tierras árabes. El hombre gol de la Selección Mexicana, a pesar de ser criticado por sus limitaciones como futbolista. Aquel que se levantó en el aire para rematar un balón que terminaría en las redes de la portería defendida por el italiano Buffon, que serviría para darle un valioso punto a México en el Mundial de Corea/Japón 2002.

Jared, el jugador que terminó su carrera en el “maldito” León de la División de Ascenso, tan lejos de los reflectores mundiales. Hoy, el de Culiacancito es tema de charla y polémica. Prácticamente todos los días se oye su nombre en programas televisivos, y en casi todos los casos, es para decir algo bueno. En el Estadio Corona del TSM también se oye su nombre, a pesar de que Alejandro Irarragorri quisiera no escucharlo.

Borgetti no se despedirá del futbol vestido de Guerrero. Sale publicado en los periódicos que él quería jugar un torneo oficial, no un amistoso de homenaje. Y en La Laguna, los aficionados se preguntan: “¿Por qué el presidente del Santos no nos dio esa alegría?”.

Supongo que Borgetti cobra por jugar, y en dólares. Aunque sea un torneo, aunque sea con el “equipo de sus amores”. ¿Es rentable traerlo cuando ya no está para ser titular?

Me despido, chao!