TERCER DOMINGO DE CUARESMA. Jesús nos ofrece el Agua Viva.
Miramos nuestra vida. El ser humano vive con una sed interior insaciable y se lanza detrás de ídolos que, lejos de calmar su sed, la provocan y acrecientan: el dinero, el consumismo, las apariencias. ¿De qué tiene sed la gente que conoces? Y Tú ¿de qué tienes sed?
Escuchando la palabra de Dios (Jn. 4, 5-42). La introducción narrativa del pasaje de la samaritana (Jn. 4, 5-6) nos sitúa en el contexto de los relatos del AT. Este marco, en el que se desarrolla el relato, plantea la supremacía de Jesús sobre Jacob, padre del pueblo y sobre la antigua alianza representada por él.
El primer dialogo de Jesús con la mujer samaritana (Jn. 4, 7-15) tiene como tema central el agua, que en el judaísmo representaba los bienes que Dios había dado a su pueblo durante su camino al desierto y después en la tierra prometida. El evangelista utiliza una forma de escribir conocida como “malentendido Juanico”. Lee despacio el dialogo y fíjate como Jesús comienza hablando del agua, la mujer entiende erróneamente y así Jesús con sus respuestas, va revelándose hasta que le hace descubrir el deseo que ella misma lleva. El evangelista, en (Jn. 7, 37-39), devela a qué agua se refiere Jesús.
El segundo dialogo hace una referencia enigmática a cinco maridos. Puedes descubrir su sentido leyendo (2 Re 17, 24-41): Jesús se refiere al pasado sincretista de Samaria, donde se había dado culto a los dioses de cinco pueblos. Pero la discusión sobre donde dar culto a Dios queda superada por Jesús en Espíritu y en verdad. Este es el culto que nace del don del Espíritu, el agua viva.
El capitulo tiene una enorme riqueza que no podemos ni siquiera esbozar aquí. Observemos solo un aspecto que da unidad a todas sus escenas: la identidad de Jesús se va develando poco a poco, como resultado de un encuentro personal con “El Salvador” del mundo”. Este proceso de fe es modélico para todos los que quieran encontrarse con Jesús.
¿Experimentas a Jesús como “agua viva” que calma tu sed?
¿Cómo dejas que esta agua viva rebose en ti a favor de otros?
CUARTO DOMINGO DE CUARESMA. Jesús es la luz del mundo.
Miramos nuestra vida. En la vida hay situaciones de falta de visión temporal: por un apagón de luz, por una niebla cerrada que nos impide la visibilidad, por enfermedad… por odio o coraje…Otras veces estamos pasando momentos difíciles y decimos que “no vemos el camino”. ¿Qué sentimos cuando nos falta la visión interior o exteriormente?
Escuchando la palabra de Dios (Jn. 9, 1-41).
En la fiesta Judía de las tiendas (marco en que se desarrolla este pasaje), el atrio del templo se iluminaba con grandes antorchas. Era una fiesta de luz cuando aun no existía la luz eléctrica. En ese ambiente, Jesús proclama “Yo soy la luz del mundo” (Jn. 9, 5), y va a encontrar la aceptación de unos y el rechazo de otros. Desde esas claves podemos comparar (Jn. 1, 1-14) con (Jn. 9, 1-41). ¿Qué puntos de contacto descubrimos entre el prologo y el sexto signo del evangelio?
Literariamente encontramos en este pasaje un signo de Jesús y una serie de diálogos, en forma de interrogatorios, que van profundizando sobre dicho signo. La venida a este mundo de Jesús como luz provoca un juicio, que se realiza en la decisión personal de cada ser humano ante él. Desde este mensaje central en el pasaje piensa: ¿a quién representan los fariseos? ¿Y el ciego?
Fijémonos en un detalle del texto (Jn. 9, 6-7)
Jesús hace barro con la saliva y ,o aplica sobre los ojos del hombre: está realizando en él una nueva creación (cf. Gn 2,7)
Después le manda lavarse en la piscina del Enviado. Hacer referencia a Jesús como el Enviado del Padre.
Jesús ha convertido a aquel hombre en una criatura nueva, le ha sumergido en su agua y ha quedado identificado con él. ¿Encuentras alguna relación con el bautismo? No olvides que al bautismo también se le denominaba en los primeros siglos “iluminación”.
¿Recuerdas alguna experiencia de tu vida en la que no veías claro y descubriste a tu lado a Jesús como la luz?
Como bautizados participamos de la luz de Jesús. ¿Cómo podemos ser testigos de esa luz en los ambientes en los que nos movemos?
Sería un buen m omento para pedir al Señor que nos ayude a seguir siempre, también en los momentos oscuros de sufrimiento o de duda.
Recuerda: DIOS TE AMA TAL CUAL ERES
¿Y usted qué opina?
(Le comparto este video de reflexión: ”La Pasión de Cristo”). Haga clic en la dirección de abajo:
http://www.youtube.com/watch?v=ITcHyWlUODI
Si aun no ha leído el artículo “Cuaresma, momento para echarnos un clavado… PROFUNDO AL CORAZÓN!!!” se lo recomiendo en:
http://blogsiglo.com/archivo/1161.html
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