“Existe el amor… PARA TODA LA VIDA???”

Es fin de cursos y Eduardo de once años de edad, ya de vacaciones va camino a casa de sus abuelitos, en la ciudad de Durango capital. Llueve en el trayecto, e inmerso en sus pensamientos, ya que es un niño muy especial, por la agudeza y profundidad con que ve las cosas, además del nivel intelectual tan alto con que Dios le ha bendecido, analiza con mucha seriedad un tema que es muy común hoy día en la sociedad, el incremento de los divorcios.

Lalito, no es la excepción y a pesar de que su grado de adaptación es muy bueno, no deja de preguntarse cual es la causa por la que dos personas (cónyuges), si ya no son capaces de convivir en paz, se tiene que afectar a los integrantes de la familia. Eduardo piensa dentro de su agudeza de razonamiento, ¿Por qué las mamas se tornan más histéricas con la separación? ¿Por qué tiene que trabajar y dejarnos mucho tiempo solos? ¿Por qué cuando están en casa son esclavas de su BlackBerry? ¿Por qué nuestros hermanos mayores, en vez de cuidarnos y tratarnos bien, tienen que estar peleando con sus hermanos más pequeños?

Dentro de su mundo, no puede concebir tanta falta de amor y fraternidad, o voluntad para cumplir un mandato que Dios le ha conferido a dos personas que se aman y que voluntariamente van a Él, para cumplir con un sacramento,”El Sacramento del Matrimonio”.

El viaje le pareció más rápido de lo usual, y ahí estaban ya esperándolo sus abuelos que tanto lo quieren, doña Ma. Cristina y don Enrique, con la sonrisa y calidez característicos de ellos. El encuentro fue muy efusivo y sentía en aquellos abrazos, la paz, armonía y amor que siempre había sentido en el seno de una familia llena de amor y comprensión, la de sus abuelos.

Entre risas y muestras de afecto y felicidad, se reunía una vez más con sus abuelitos donde aprendería sin duda más sobre valores y despejaría algunas dudas que le asaltaban últimamente.

Se dio el momento, y Eduardo va a la recamara de su abuelita, quien en ese momento arreglaba sus plantas en un rinconcito de su recamara en donde hay un cubo de luz y es su favorito para la reflexión. La recamara muy limpia y decorada con muy buen gusto. -Abuelita, ¿puedo hablar contigo?- Claro cariño, pasa.- Deja por un momento sus quehaceres y lo ve fijamente a los ojos con una mirada tierna y dulce-. Ven siéntate aquí a mi lado. Una cama matrimonial en donde al lado de su esposo don Enrique cada noche reafirmaban la grandeza de su amor afable y eterno, que le daban la certeza del amor tan grande que Dios tenia por ellos y la bendición que eran el uno para el otro, en todos sentidos.

Le plantea los pensamientos que había tenido en el trayecto del viaje entre Torreón y Durango.

Abuelita, ¿Existe el amor para toda la vida?

Doña Cristina, con una mirada dulce y de mucha ternura le contesta: Mira mijo, te voy a compartir lo que es el amor para mí, lo que ha significado el amor que tu abuelo Enrique me ha dado todos estos años de cuidado y devoción.

La primera vez que entre a esta casa, la veía como un cuartito, pero para mí era un gran palacio. Tu abuelo Enrique me cargo y dijo: “Ya llegó la señora de la casa”. Luego me llevo cargando, aunque no pesaba tanto, llevándome por todos los corredores hasta la que fue nuestra recamara. Este fue nuestro nido. Aquí en este cuarto esta toda nuestra vida y el gran amor que nos tenemos. Aquí viven todos mis nietos, aquí esta su esencia. Los niños, mis recuerdos, aquí estas tu Lalito. Antes que los tocara la tecnología, y los contaminara la sociedad de nuestros días, que entrara la ambición en cualquiera de sus formas.

Mira mijo, acércate al mueble del plasma, abre esa puerta, ahí hay unos álbums… sácalos y tráemelos. Ponlos aquí y ayúdame a abrirlos. Haaaa son muchas fotografías!!!. Si hijo, es nuestra historia de amor, es nuestra historia de vida. Qué bonitos!!! Son para ti!!!- Para mi???- Si, mi hijo!!! Eduardo, me daría mucha felicidad que los conservaras y te llenaras de ellos, que te nutrieran cuando te asalten las dudas de que si el amor es para toda la vida. Mira, habrá momentos en que te digan personas que viven en la oscuridad que no existe el amor para siempre. Puedes creerlo o no, eso será decisión tuya y de tu corazón. Cuando tú crezcas Lalito, y Dios te bendiga con el amor de una compañera, de una pareja, de una esposa, toma en cuenta que: Amar es una decisión, no un sentimiento. Dedicación y entrega. Un verbo y el fruto de esa acción es el amor. El amor es un ejercicio de jardinería, arranca lo que haga daño. Prepara el terreno, siembra, se paciente, riega y cuida. Esta preparado porque habrá plagas, sequia o exceso de lluvia, mas no por eso abandones el jardín. Ama a tu pareja, es decir acéptela, valórala, respétala, dele afecto y ternura, admírala y compréndela. Y eso es todo Lalito: amala!!!

En mis tiempos nos casábamos para toda la vida. (Una gran sonrisa de felicidad y bañado en lágrimas, Lalito tenia respuesta a las dudas que había clavadas muy profundas en su corazón) Puedo!?!?!? Haber mi hijo, ponlos en la cama. Eduardo se pone de rodillas y le toma la mano a su abuelita en  señal de un gran respeto, admiración y un gran cariño. Ella susurra -Chiquito!!!- Muchas gracias abuelita!!! Lo toma de la cabeza y lo acerca para darle un beso. Es precioso!!! Es hermoso!!! Si!!! Muchas gracias Abuelita, ¿pero… porque a mí?, porque tú eres quien se ha acercado con ese corazón puro, tierno y noble, y no a otra persona en la familia con esas características especiales que tienes… porque no se puede vestir a una persona carente de valores tan especiales con algo tan sagrado para mi…

Estas segura abuelita que nadie se lo ha merecido hasta ahora. Claro!!! por eso no se los di… no lo sentí. Mira, lo que te estoy dando, no son imágenes impresas en papel, no mi hijo. Es el compromiso, es el compromiso con la tradición, con el respeto, con el honor, con la dignidad que lleva una familia bendecida por Dios, eso es. Y mira mi hijo, cuando yo muera… eso es lo que te voy a heredar. Tú eres un niño hermoso, que tiene la misma fuerza que yo. Y a ti mi hijo, te encargo los principios de mi familia.

Un llanto hermoso y sublime brotaba de Lalito y de su abuelita que tejían una ilusión, la ilusión de cuidar a una familia. ¿Sabes qué? Esas fotos están, llenas, llenas de FELICIDAD!!!

Le tomo la mano y no cabían mas palabras, el sentimiento de Dios corría en sus corazones, expresado por un mar de lagrimas de ambos, abuela y nieto, una con la experiencia de la madurez de los años y otro con la ilusión del amor, de ese amor inspirado por Dios y de ese sentimiento que da sentido a la vida, en momentos de adversidad y que mantienen unida a una familia y que la mujer, columna vertebral de la familia da sentido. Las enseñanzas de esa gran mujer, doña Cristina, habían llegado a lo más profundo del corazón de Eduardo, aclarando las dudas sobre el AMOR y las familias.

¿Y usted qué opina?

 (Le comparto estos temas: ¡Cómo han pasado los años! de  Rocío Durcal y Oración Por las Familias ♥♥♥).  Haga clic en la dirección de abajo:

http://www.youtube.com/watch?v=8qLXCAL291k

http://www.youtube.com/watch?v=DRvDOl1XrLw

Si aun no ha leído el artículo “Importancia del amor en la familia" 1a Parte” se lo recomiendo en: 

http://blogsiglo.com/archivo/151.html

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“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”

Germán de la Cruz Carrizales

  Torreón, Coahuila. México

                 MMXI