La mejor decisión de los dirigentes del futbol la tomaron después de que habían tomado una de las más ridículas. Aprovechar la pausa a los 25 minutos de cada tiempo (en la que los jugadores se hidratan) para interrumpir la transmisión televisiva de los partidos y poner comerciales es el colmo de los colmos. Una vergüenza si de otras partes del mundo se toman la molestia de voltear a nuestro mediocre futbol.
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Luego de la “sorpresita” con la que nos salieron la semana pasada en los partidos de ida de los cuartos de final del Clausura 2011, y las múltiples críticas que se ganaron a pulso, Televisa decidió abortar su misión. Más absurdo fue hacerlo en Liguilla, cuando durante las 17 jornadas casi no se pararon partidos para hidratarse.
En una charla amistosa, el Mike se mostraba indignado por lo que veía en la tele. Bien dijo “ya no sigo el futbol mexicano”. Y la conclusión no es otra que: mientras esas cosas pasen en nuestro país, no se pueden esperar grandes resultados (hablo de la Selección).
Luego leo la columna de Carlos Bianchezi “Careca”, quien aplaude el formato de Liguilla y se atreve de preguntarse cómo es posible que haya quien reniegue de ella. En parte tiene razón. Luego de chutarnos todo el torneo regular, con partidos infumables, en la liguilla vemos buenos partidos. En ese caso, propongo que los aficionados no vayamos a los estadios, ni los sigamos por la tele en el torneo regular, y nos esperemos a la liguilla, que es de donde sale el campeón y cuando los jugadores se acuerdan de jugar. Así ya no sufrimos semana a semana ni sacamos la calculadora en la última jornada para hacer cuentas de lo que necesita nuestro equipo para calificar.
El desencanto que tiene la afición por este futbol es palpable. Lo saben los que lo dirigen, pero se niegan a poner una solución porque atentaría contra sus beneficios económicos. Le pregunté a una amiga si no se sentía defraudada por haber comprado el abono para ver al Santos en el actual torneo, y no supo responderme. Más allá de que se pueda ganar, empatar o perder, cuando el aficionado cumple con su parte y de la cancha y directiva no ve reciprocidad, hay que replantearse las prioridades.
En otra charla, ahora con un dependiente de una tienda departamental, el vendedor me dijo que cuando Santos estrenó marca de ropa, en diciembre del año pasado, las playeras parecían tortillas. “Llevaban de 2, 3 ó 4. De hombre, mujer, niño… manga larga. Yo me preguntaba ‘¿cuál crisis?’”, me contó. La crisis llegó meses después, en la cancha y sus alrededores.
Pero como dijo el Mike, por eso, mejor el Metal. Hago una pausa en temas pamboleros y en un acto de “soberana rebeldía”, comparto las próximas fechas a seguir en el panorama musical, un tema menos decepcionante que el futbol.
Conciertos en Monterrey (sede cercana a La Laguna):
27 de mayo
Mötley Crüe
Auditorio Banamex
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28 de mayo
Stryper
Escena
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Yes / Asia
Arena Monterrey
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31 de mayo
Rammstein
Auditorio Banamex
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1 de junio
Posion / Warrant / Firehouse
Arena Monterrey
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19 de junio
Slayer
Auditorio Banamex
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3 de octubre
Judas Priest / Whitesnake
Auditorio Banamex
Me despido, chao!
Nota: Puedes buscar la letra impresa en la edición del lunes en La i Laguna, o escucharla de viva voz en el podcast de www.siglotv.com