Es miércoles y yo descanso. Tuve la opción de elegir ese día y no la dejé ir, porque a diferencia del lunes, martes, jueves o viernes, en miércoles el futbol (y todo lo que lo rodea) es recurrente.
Para no perder detalle, contraté servicio de paga satelital y no sé cuanta m... más cosa dicen para convencerte. Llega la primera jornada doble del campeonato mexicano y justo en mi descanso, me dispongo a seguir el partido estelar: el campeón Pumas contra el monarca de la Concacaf, Monterrey, (no sin antes y durante, estar al pendiente de los Guerreros y su difícil misión en Honduras en la fase de repechaje de la Concachampions).
=mas=
La transmisión del partido sería a las 9:30, media hora después de que se diera el silbatazo inicial en CU. Confiado en mi sistema de paga satelital cerrado privado que anuncia el Futbol Total y todos los partidos en exclusiva, tomé todas las precauciones y a las 9:00 de la noche (hora del partido) estaba frente al televisor.
¡Sorpresa! Ni con toda su mercadotecnia, los vendedores de ilusiones pudieron pasar el partido a la hora correcta. Y mientras Santos sufría de más en Honduras, yo hacía corajes en mi cuarto.
¿En qué país se paga servicio de televisión de paga (valga la repetición) que anuncia exclusivas y resulta que difiere partidos? Obvio, en México.
No contentos, hasta ayer (domingo) en el canal 505 no todos los marcadores estaban correctos.
Pero les voy a mandar un mail con mi amargo reclamo. Porque mientras veía el final del partido estelar, aislado del mundo, olvidé apagar mi celular, el cual alegremente vibró para “adelantarme” el marcador final.
Me despido, chao!
(Busque la edición impresa en su periódico La i)