El domingo fue un mal día para La Máquina del Cruz Azul, que ya no tuvo la necesidad de llegar a la final para ver cómo sus esperanzas de ser campeón se esfumaban una vez más. Chivas igual se despidió y ahora serán Pumas y Morelia los que busquen levantar el trofeo.
También fue un mal día para un servidor. Primero, al “tener” que soportar la transmisión de Televisa en el juego del mediodía. El narrador gritó más que los jugadores, y eso que ellos celebraban su pase a la final... hasta me dolió la cabeza de escucharlo. Pasado ese calvario, me dispuse a disfrutar del súper clásico de Argentina, un futbol que a mi parecer también está devaluado, pero en el que sin duda lo que sobra es pasión. Mi sufrimiento llegó antes de la primera media hora del juego, cuando Carrizo metió un gol inexplicable en su propia portería. Dos minutos después, Palermo empujaría el balón una vez más, para rabieta mía y regocijo de los boquenses.
=mas=
Salí de mi casa al terminar el primer tiempo, con la esperanza de llegar a mi trabajo, prender la tele y enterarme de una épica remontada del River, cosa que no ocurrió. El marcador quedó igual, 2-0 favor Boca.
Pero eso no es todo. Ya sin mucho interés en quién gane o pierda en la liga mexicana (primero porque mi equipo fue eliminado pronto y segundo porque en la quiniela me tocó el América) me dispuse a proveerme de los víveres necesarios para subsistir durante mi jornada laboral. Una vez cumplida la misión, dejé mi lonche en el comedor (a las 4:00 de la tarde, aproximadamente) y me fui a mi lugar por espacio de una hora.
Cuando el hambre empezó a arreciar, regresé por mi suministro que, para mi sorpresa, había desaparecido. Así que por este medio, hago una formal denuncia del robo de un lonche en pleno horario y lugar de trabajo. Si tú, amigo hambreado, que tomaste mis sagrados alimentos, estás escuchando esto en este preciso instante, te informo que además de que lo pedí con doble mostaza, también le unté un poco de purgante porque no he andado bien del estómago en los últimos días.
Toco este tema trivial porque igual de indignante me parece que un narrador se ponga como loco en plena transmisión cuando no se trata de un juego del Tri, a que se roben mi lonche mientras trabajo. De todas formas ni traía tanta hambre.
Y para coronar la jornada, queda el zafarrancho en el partido de Morelia contra Cruz Azul. Qué lamentables imágenes tenemos que chutarnos semana a semana, que en este caso pasan de lo ridículo, a lo peligroso. Aquí nos damos cuenta que la situación que se vive en el país, se refleja dentro de la cancha.
Dejo para otra ocasión el tema de la nueva liguilla, anunciada el lunes por la FMF. Ya no habrá grupos (es la buena noticia), la mala es que después del torneo regular, avanzarán los 8 mejores de la tabla y se dividirán en dos grupos, los cuales jugarán entre ellos dos partidos (local y visitante), para de ahí sacar los dos mejores equipos de cada grupo, que buscarán el título. !Ya no hallan que inventar!
Yo, me despido.. chao!
Nota: Puedes buscar la letra impresa en la edición del lunes en La i Laguna, o escucharla de viva voz en el podcast de www.siglotv.com Y ahora también le hago a eso del Twitter: @Foko_54