Buzón de quejas y sugerencias

A quien corresponda:
(Encargado/dueño/gerente de cine)

Mi queja en esta ocasión no viene de la mano de aquella calendarización de las películas en cuestión a sus estrenos en cine en las salas del país, pues se que obedece a aspectos como su ganancia monetaria en salas extranjeras, la estrategia de distribución de su productora, los otros estrenos en cartelera programados, entre otros. No, mi problema está relacionada con su participación en ésta la, precisamente, calendarización y distribución específica que se programa para el resto del país.

Llama mi atención que su cartelera de estrenos sea parcial, es decir, que cuando anuncian la fecha de estreno de una película, muchas veces tal lanzamiento sólo se exhiba en cines de la capital del país. Entiendo que el número de copias enviadas a México lo decide la distribuidora y que, en todas ocasiones, ese rollo o rollos de película deban viajar de Estado en Estado para poder llegar a todo el público interesado en verlas. Pero, ¿tienen ustedes voz y voto en cuanto a esas decisiones de distribución, o son sólo receptores de películas o proyectores de? En cualquier caso mi sugerencia consiste en proponer una participación más activa cumpliendo con las usanzas y costumbres del público mexicano, o el público característico que atiende a sus salas de cine. El precio del boleto de cine se divide entre la productora, la distribuidora y el que proyecta (sin contar ocasionales ganancias sobre taquilla que algunos, en su  mayoría actores, suelen recibir) y ello significa una división de ingresos totales, por lo tanto, debería implicar también una porción de participación en los procesos de alcance película-espectador.

Ahora bien, mucho tiene que ver también el respeto que se le tenga al público en general. ¿A qué me refiero? Tengamos en cuenta que existen películas, por lo general los calificados como “blockbusters”, que programan su estreno de manera mundial, es decir, el mismo día en cada rincón al que puedan llegar. Pero no es el caso de todas las películas-estreno, y es común encontrarse en carteleras mexicanas películas cuyo estreno en su país de origen data de varias semanas, meses e incluso años atrás. Y ello hablando de la mayoría de las películas Hollywoodenses, caso aparte representa el cine europeo, asiático, africano y también latinoamericano, en donde la posibilidad de proyección-estreno cercana al lanzamiento mundial se hace más remota. Sumemos además casos en donde películas que han sido lanzadas directo a formato dvd en su país (hablando esencialmente de Estados Unidos) sean estrenadas en el país en cines, y viceversa, películas de éxito en el extranjero no vean la luz verde en cines nacionales.

Un poco más de orden, un poco más de parcialidad, un poco más de unidad, de oportunidad, de coherencia, haría una gran diferencia para los amantes del cine, quienes quisiéramos pensar que ustedes no suponen saber lo que el público quiere o espera ver en la pantalla grande, que agradece el cine independiente tanto como el cine de grandes producciones, que decide si elige o no el formato en tercera dimensión de ciertas películas y quien, en caso de tratarse de un cliente frecuente, agradecería no tener que toparse con el mismo comercial o avance cinematográfico una y otra vez.

El cliente es primero, afirma un viejo principio comercial. Y si, como es de suponerse, su interés debe estar en atraer y mantener al público en las salas cinematográficas, un mínimo de esfuerzo para subsanar las deficiencias sería apreciado. Yo, como muchos otros ciudadanos-cinéfilos-espectadores más, agradeceremos su comprensión, pero en especial, la atención que puedan poner de aquí en adelante a los pequeños detalles como los antes mencionados que hacen la diferencia.

Saludos cordiales de una cinéfila empedernida.