EL MÉXICO OLÍMPICO

Cada cuatro años a pesar de no ser un país acostumbrado a ganar muchas medallas en los juegos olímpicos, todos andamos muy esperanzados en nuestra delegación de deportistas, de alguna manera el duopolio televisivo se encarga de inflar a algunos deportistas y pintarnos un panorama más esperanzador que lo que la realidad indica. México está muy lejano a tener un programa integral nacional de deporte, el presupuesto que se asigna no es el necesario y para variar no está exento de la corrupción, para muchos ganar la federación de algún deporte es como un tipo de lotería y hay familias enteras viviendo del deporte mexicano desde hace décadas, sin embargo no es el tema principal que quiero tocar en esta ocasión.

Los panamericanos de Guadalajara en donde México tuvo una actuación bastante decente, ayudaron a las televisoras a mostrarnos como estrellas a deportistas que no tienen ni cercano el nivel para alcanzar medallas, tal como la gimnasta Elsa García quién alegando una lesión quiso justificar su pobre actuación, que le duela a quien le duela es el que según su historial cuando se enfrenta a las mejores, se esperaba de ella. En el deporte de alto rendimiento no existen los milagros, si no se está en la elite mundial, en la competencia olímpica verás tu realidad.

Mi punto en esta columna realmente, es que pienso que todos preferiríamos que se nos hablara claro y saber que con el poco dinero que hay libre de corrupción, México apuesta puntualmente a pocas disciplinas que pueden dar medallas, estas son, clavados que tiene un buen equipo de entrenadores mexicanos y chinos, tiro con arco con el entrenador surcoreano Lee Wong, Tae Kwon Do que ya ha dado resultados y se invierte en entrenadores también de origen surcoreano y por último el futbol que de sobra sabemos que se trabaja con mucho dinero y en buen nivel en nuestro país. Hay alguna probabilidad en Box con Oscar Valdés un talento rescatado y bien trabajado pero hasta ahí.

Al final veremos la cosecha mexicana de medallas que como siempre no irá de acuerdo al tamaño de país y al número de habitantes que tenemos pero que si es totalmente proporcional y lógica con la forma de trabajar de la mayoría de los federativos a quienes les importan más sus bolsillos que el desarrollo deportivo de nuestro país.

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