Hay que disfrutar la vida, en especial la vida en familia, no se excedan en el trabajo.
Muchos de nosotros nos dedicamos obsesivamente al trabajo. Así lo hice yo más de 30 años. Estaba seguro que eso era bueno y que así le procuraba lo mejor a mi familia. Ahora comprendo que convertí a mi desarrollo profesional en un ídolo.
Si hoy me fuera dable empezar de nuevo dedicaría más horas a hacer las tareas con mis hijos, a perder el tiempo con mi familia en nimiedades, a andar en bicicleta, a escuchar música, a hacer oración en familia.
Los más de ustedes formarán una familia, tendrán hijos. Permítanme comentarles los resultados de una investigación que publicó la Universidad de Stanford: el factor más poderoso para desarrollar la capacidad de aprendizaje de un ser humano es el AMOR intenso que recibe en sus primeros 8 años de vida.
Desde hace mucho se sabe que la autoestima está relacionada con el afecto que uno recibe, principalmente en su niñez.
Lo que no sabíamos es que la capacidad de aprendizaje, de matemáticas y lenguas extranjeras por ejemplo, tiene como principal ingrediente el intenso amor de los padres.
Podrás dedicar 14 horas al trabajo diario y decir que lo haces por tu familia. A veces será necesario, es cierto. Pero las más de las veces sería mejor tu compañía amable que el ingreso adicional que llevas a casa.
Trabajar con fervor y con dedicación, desde luego. San Pablo decía “el que no trabaja que no coma”, pero NO trabajar de manera compulsiva.
Un viejo amigo, a quien podríamos juzgar como muy exitoso según los estándares de nuestra sociedad, me confesaba al jubilarse a los 65 años de edad: “Puse mi corazón en las cosas que se mueren, y se han muerto para no volver; no le puedo dar la vuelta atrás; tarde me di cuenta que la vida se me había ido mientras yo trabajaba 14 horas diarias. No hay éxito que compense perder la infancia o la adolescencia de tus hijos”.
Y es que el éxito que debemos buscar es más bien el que se mide en función de qué haces con tu tiempo y cómo impactas la vida de otros.
Jesús vivió 30 años en una familia y nos amó con un amor “nuevo”, más poderoso que ninguna fuerza que el hombre hubiera conocido, incluso que la misma muerte. Para que también nosotros pudiéramos amarnos unos a otros como Él nos amó, nos dejó en herencia su propio Espíritu de Amor, que habita en su iglesia.
La Iglesia es la familia de Dios en la tierra. Ella tiene por tarea ayudar a cada hombre a descubrir la grandeza de su vocación al amor, y apoyar a cada familia para que llegue a ser una verdadera comunidad de amor. Una y otra cosa las hace Jesucristo, de un modo especial, a través del sacramento del matrimonio.
¿Y usted qué opina?
Participe en el programa de Lala, “Héroes que inspiran vidas”, proponiendo a esos héroes anónimos en la dirección electrónica [email protected]
(Le comparto este tema: “THE PRAYER”). Haga clic en la dirección de abajo:
http://www.youtube.com/watch?v=K2NKrbXPvDc
Si aún no ha leído el artículo “¿Son frágiles e inestables los matrimonios de ahora?” (7 de cada 10 se divorcian?), se lo recomiendo en:
http://blogsiglo.com/archivo/198.html
“Se feliz, porque la piedra nunca es tan grande, porque las injusticias acaban pagándose, porque el dolor se supera, porque la verdad… insiste, porque el coraje te levanta, porque el miedo te fortalece, porque los errores te enseñan y porque nadie es perfecto.
La vida da una segunda oportunidad para todo y pone a cada uno donde debe estar”.
"Despertar...es"
Un encuentro contigo mismo
Un libro que una vez
que inicias, no podrás dejar de leer.
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”
Germán de la Cruz Carrizales
Torreón, Coahuila. México
MMXII