La Liga Perfecta

Mientras tomaba un descanso en mi “sillón de pensar” (más frío y menos suave que el original) pensaba en una forma de erradicar la mediocridad del futbol mexicano: copiar el modelo americano.

=mas=

Mentalmente organicé la nueva liga, casi tan perfecta como la NFL. Lo primero sería subir a 8 equipos de la Liga de Ascenso para que fueran 28 en Primera División, mismos que se dividirían en dos conferencias (norte y sur, por ejemplo).

En la Norte incluimos al Santos, Monterrey, Tigres, Tijuana, Correcaminos, Dorados, Chivas, Tecos, Atlas, UdeG, América, Veracruz, Necaxa y San Luis; en el Sur dejamos a Cruz Azul, Pumas, Toluca, Pachuca, León, Irapuato, Jaguares, Puebla, Morelia, Querétaro, Atlante, Pachuca, Neza y Celaya.

Luego hacemos un calendario donde los equipos de cada conferencia se enfrenten entre ellos dos veces en el torneo (de local y visita), lo que nos da un total de 26 partidos. A eso le sumamos 8 contra los de la otra conferencia, por ejemplo un Santos-Cruz Azul o un interesantísimo Dorados ante Neza. Así, cada equipo jugaría 34 juegos por temporada (se entiende que volveríamos a los torneos largos).

A la liguilla pasarían 6 de cada conferencia y los primeros dos descansarían en la primera semana. El 3 en la tabla se mediría al 6 y el 4 al 5 (por conferencia). Seguirían las semifinales, final de conferencia y por último, una final final, para conocer al campeón nacional.

Este formato daría algo que al negocio del futbol mexicano le conviene: tres finales por torneo, además de crear rivalidades regionales. Si algo tienen los gringos es que saben hacer buenos espectáculos y venderlos, no veo porqué en México no podamos hacer lo mismo.

El primer día del nuevo año, me levanté de la taza, le bajé a la palanca y me dirigí ahora al sillón de la tele, a disfrutar un día completo de NFL.

Me despido, chao!