Bastante tenemos ya con los sucesos sufridos fuera de los estadios, entre aficionados cuando hay un clásico o algún juego aguerrido, mucho tenemos ya cuando las porras o como las llaman ahora, las barras, hacen sus desmanes en los estadios visitantes sobre todo, mucho tenemos con ver tanta violencia en el deporte en donde se supone es un espacio de diversión, un espectáculo sano, que de sano ya no tiene nada.
Hemos tolerado bastante porque finalmente esto es un negocio, un negocio al que se trata de disfrazar de deporte, espectáculo, hasta religión para muchos, en donde se vende de todo, en donde se aprovecha de la fama de un club, jugador o técnico para cada quien hacer su dinero, pero donde esta la ley, donde estan los que la aplican, porque corregir, porque no prevenir.
El espectáculo visto en el Santos vs Tigres no es el primero, ha habido muchos en todo el país en donde no se le pone freno a la violencia, en donde la autoridad lo tolera o le avienta la pelota a otra, con tal de seguir generando sus ganancias.
Esto debería de detenerse, pero sabemos que no sucederá así, solo colocarán un curita en la herida y que siga la fiesta, el espectáculo, el deporte, que por los que tenemos los ojos abiertos, sabemos que nada tiene de estas 3 cosas, es solo un negocio en donde el que se deje, que pague.