(En memoria de Don Víctor Valentín Berumen Hernández
1932 - 2013)
Cuando Don Víctor se iba a someter a una intervención quirúrgica de corazón abierto, pidió hablar conmigo, pues de alguna manera había estado yo presente en su familia, con todos y cada uno de sus hijos. La noche previa a su cirugía, hablamos largo y tendido. Don Víctor se sinceró sobre su preocupación mayor, sus hijos. Tenía la sensación que no saldría de la operación. Sin embargo esta fue todo un éxito y permaneció varios años más con esa vitalidad y entusiasmo que le caracterizaban, pues a su octava década siempre tenía algo positivo que compartir.
A principios de este año, lo vi como de costumbre. Sin embargo había algo en su semblante que me hacía ver que se sentía cansado. En esta ocasión retomó el tema de su familia y me hizo saber su preocupación nuevamente por sus hijos y me dijo textualmente: “Germán, te encargo a mis hijos, habla con ellos”. Quizás presentía ya la partida en ese viaje donde no hay regreso.
El 14 de febrero, día de su cumpleaños, fue al panteón a visitar– a Doña Socorro, su esposa- estando ahí le decía; “gorda, ya ven por mí, me siento cansado”. Este viernes 15 de marzo el estado de Don Víctor se complicó y en sus últimos momentos pareciera que veía a su gorda, -como él le decía a Doña Socorro- diciéndole: “Gorda ahora sí, ya ven por mí, estoy cansado… estoy listo…” y entonces Don Víctor partió. Había cumplido su misión en la vida y seguramente en su mente tenia a cada uno de sus hijos y a manera de despedida les diría…
Queridos hijos:
Han llegado a una edad en la que tienen que ir aprendiendo a utilizar la mente, a adquirir discernimiento, a no perderse en la maraña que la vida pone ante sus ojos.
Como yo también pasé por eso y he caminado ya bastante y hasta he llegado a abrir una pequeña vereda en la selva de la vida, por donde puedo discurrir con relativa tranquilidad, creo mi deber (a la vez que, como parte de mi ser que son, no puedo por menos de desearles lo mejor), darles algunos consejos que, a modo de brújula, les puedan servir para orientarse en su safari vital y conducirse a los puntos que se hayan prefijado en su programa de viaje a lo largo de esta existencia.
Comiencen esta lectura con la idea de que Dios existe y de que ustedes forman parte de Él, como la formo yo y su madre, ahora desde el cielo, y todos los seres de este mundo y aún de todos los mundos.
Piensen, consecuentemente que, si este mundo es parte de Dios, no puede ser malo, ni feo, ni negativo y que, por tanto, si alguna vez lo perciben así, el defecto no estará en él sino en ustedes: El mundo es hermoso, la vida es maravillosa, el amor es la savia de la vida de Dios, la sangre que lo hace funcionar todo adecuadamente, que todo lo comprende, que todo lo disculpa, que todo lo purifica, que todo lo supera, que todo lo hace bueno.
Adopten, pues, al amor como hilo conductor de sus vidas, como origen de sus actividades y como fin de la misma. Hecho esto:
- Si les parece que en el mundo no hay más ley que la de la propia ambición, sepan que la ambición es necesaria, pero tiene sus límites y éstos se encuentran donde empiezan los derechos de los demás.
- Si les parece no haber más metas que el éxito, el dinero y el poder, sepan que el éxito es efímero y se cobra un altísimo precio; que el dinero es una magnífica energía si se emplea bien y un instrumento peligrosísimo si se usa indebidamente; y que el poder es sólo una oportunidad que se nos da para ejercerlo promoviendo el progreso, la fraternidad, la responsabilidad y la ilusión.
- Si les parece que el amor, el verdadero amor, ha degenerado y no se eleva por encima del sexo, recuerda que el amor es el fundamento del universo, es la fuerza que hace posible la vida, es la vida misma; mientras que el sexo es sólo una función fisiológica encaminada a asegurar la supervivencia de las especies, razón por la cual su ejercicio va acompañado de placer. Sepan también que, entre los hombres, el sexo debe ir acompañado del amor y no sólo del deseo porque si no, se queda a nivel exclusivamente animal y es degradante.
- Si les parece que la amistad, la verdadera amistad, no se encuentra ya, sepan que la amistad es hija del amor y, como él, imperecedera, inconsumible, sublime cuando es verdadera y que, aunque algunos no lo crean así, sigue existiendo.
- Si les parece que la familia es un lazo debilísimo, puramente genético, sepan que la familia es un conjunto de seres, unos de los cuales ofrecen sus genes y sus cuerpos y la mayor parte de sus energías a lo largo de todas sus vidas, a otros que, a su vez, se aprovechan de ello y se desarrollan hasta la madurez. Y que ese sacrificio sólo se puede hacer por amor, porque el amor es también la base de la familia.
- Si les parece que los abuelos estorban y hay que alejarlos, sepan que esos abuelos (mi gorda y yo) dimos nuestra juventud y todas nuestras energías, y renunciamos a muchos sueños y aspiraciones y proyectos, sólo por amor a ustedes nuestros hijos, y ustedes deben una gratitud y un amor que sólo llegarán a comprender cuando ustedes, a su vez, sean abuelos. Y sepan que los abuelos son los eslabones entre generaciones, son la memoria de la familia, los que han de enlazar el pasado de la misma con su futuro, relacionando así su propia generación y las anteriores con la de sus nietos y que, si los abuelos faltan del hogar, los nietos se quedan sin raíces, sin historia, sin anécdotas, sin antepasados, víctimas de una gravísima amnesia sociológica.
- Si les parece que el egoísmo domina a todos los hombres en todas sus actuaciones, sentimientos y deseos, sepan que el egoísmo es antinatural y tiende a destruir, a monopolizar, a excluir, y que acaba destruyendo al egoísta, haciéndolo desgraciado, solitario, triste, frustrado e insatisfecho de sí mismo.
- Si les parece que la vida sana parece haber perdido la batalla frente al tabaco, el alcohol, la droga, el exceso en la comida y la adulteración de los alimentos, sepan que las leyes naturales son inamovibles y que, inexorablemente, se cobrarán en falta de salud, en cánceres, en incapacidades, en dolor, en privaciones y en muertes prematuras las transgresiones que aquellas conductas suponen.
- Si les parece que todo el mundo parece conocer y exigir sus derechos pero casi nadie recuerda sus obligaciones, sepan que todo derecho entraña una obligación correlativa y que el vivir en sociedad debe ser un constante equilibrio entre unos y otras.
- Si les parece que el hábito de fijarse en y resaltar sólo lo imperfecto, lo erróneo, lo desagradable, lo incompleto; si el ejercer permanentemente la crítica negativa y con verdadero e intenso gozo, parece ser la labor cotidiana de quienes se dirigen a los demás, sepan que lo negativo lo es sólo por comparación con lo positivo y que todos quienes así actúan conocen, por definición, la existencia de lo hermoso, lo armónico, lo acabado, lo completo, lo positivo. Ustedes esfuércense por ver sólo esto último que, aunque no lo parezca, abunda más que lo primero.
- Si les parece que ya no hay Dios, ni vale la pena rezar, ni creer en algo, ni hay que agradecer nada, sepan que, como les he dicho, Dios existe y nos abarca a todos y, queramos o no reconocerlo, somos parte de Él y en Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.
- Si está generalmente aceptada la práctica de la calumnia, la injuria, la difamación, la envidia, el odio, la infidelidad, sepan que, quien así actúa está aún aprendiendo a convivir con sus semejantes y que, llegará el día en que, purgadas las consecuencias de su actuación y desarrolladas las virtudes opuestas a esos errores, comprenderán cuán tristes e inútiles fueron sus esfuerzos.
- Si les parece que todos responden a la ofensa con la ofensa, al odio con el odio y a la violencia con la violencia, sepan que es mucho mejor no hacerlo así y que cada día se nos ofrecen oportunidades sin cuento de devolver bien por mal y enseñar a los demás una manera de vivir más hermosa y más ajustada a las leyes naturales.
-Si les parece que la máxima justificación parece ser el decir: "¿Qué puedo hacer si soy así?", sepan que cada uno es fruto de su voluntad y de su imaginación y que, si se fijan metas hermosas y aplican luego su decidida voluntad, las alcanzarán, y ustedes mismos se sorprenderán del cambio que en ustedes se habrá realizado.
- Si les parece que los hombres parecen preocuparse más de aparentar que de otra cosa, sepan que lo verdaderamente importante es "ser ustedes" y que si ustedes son buenos e intentan permanentemente mejorar, no necesitarán aparentar nada, sino que su propia bondad superará, con mucho, todas las inútiles apariencias.
- Si les parece que el verbo "estar" y, sobre todo, el verbo "tener" prevalecen sobre el verbo "ser", sepan que el verdaderamente importante es éste último; que lo que interesa es cómo sean, pues el lugar que ocupen puede variar y lo que tengan lo podrán perder, pero lo que sean formará parte de ustedes, será su tesoro. Un tesoro del que nadie les podrá privar. Usen, pues, hijos míos, su discernimiento. Acostúmbrense a ver más allá de los acontecimientos, de las modas, de las costumbres, de las actitudes, de las representaciones, y miren al fondo de las cosas.
- Si alguna vez se sorprenden justificando su conducta o sus pensamientos o deseos con la frase "todos lo hacen", comiencen a alarmarse:
Los líderes lo fueron porque nunca hicieron lo que hacía la masa y, si bien ésta, al principio, pudo escarnecerlos, despreciarlos, ridiculizarlos, perseguirlos y hasta matarlos, terminó adoptando sus ideas, imitando sus costumbres y admirando sus vidas. Tiendan en todo momento, pues, a ser unos líderes, seguros de sus propias ideas y a manifestarse como son o, mejor aún, como desean ser, siempre que ese ideal sea bello, bueno y, por tanto, positivo, y no se preocupen de las críticas, las burlas, los desprecios...ni las lisonjas.
- Cada día, cuando se despierten, agradezcan la nueva oportunidad que se les da, piensen que ese día es el primero de lo que les queda de vida y...vivan. Vivan queriendo a la vida, queriendo a tus semejantes, a las plantas, a los animales, al sol, a las estrellas, a la lluvia, al viento, al mar... porque, aunque no se den cuenta, con ello estarán amando a Dios y Él les responderá con un derramamiento de paz que les hará ser felices y comprender más el amor, y se sentirán más buenos, más completos, más realizados, más preparados, más capaces, más enérgicos para acometer la labor que en su existencia tienen decidida.
Cuando yo muera, ciérrenme los ojos, y no me lloren.
Ayúdense entre sí mientras vivan, y entiérrenme junto a su madre (mi gorda).
Es cuanto les desea, de corazón, su padre.
¿Y usted qué opina?
Hoy más que nunca es necesario destacar a aquellos héroes anónimos que hacen cosas buenas por nuestra Comarca Lagunera, aquellas luces en la oscuridad. Proponlos al programa del Grupo Industrial Lala, “Héroes que inspiran vidas”, en la dirección electrónica [email protected]
(Le comparto este tema: “MI QUERIDO VIEJO - ALEJANDRO FERNANDEZ”. Haga clic en la dirección de abajo:
http://www.youtube.com/watch?v=vEBn93W5c3w
Si aún no ha leído el artículo “Las manos de… MI PADRE!!!”, se lo recomiendo en:
http://blogsiglo.com/archivo/1228.html
Fragmento de “El Mensaje del Señor para ti…
“Y te he designado para que vayas adelante cosechando frutos. Hay un lugar en el cual te he colocado y donde quiero que estés. Puede parecerte un lugar escondido, apartado de las multitudes, quizás no entiendas el porqué, sin embargo estas en ese lugar para aprender a confiar. Confía en mí donde quiera que estés. Yo te guiare con mis consejos y mi sabiduría durante toda tu vida. Mi palabra será como una lámpara a tus pies y lumbrera en tu camino....”4 Despertar…es.
"Despertar...es"
Un encuentro contigo mismo
Un libro que una vez
que inicias, no podrás dejar de leer.
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”
Germán de la Cruz Carrizales
Torreón, Coahuila. México
MMXIII