Claude Henri Jean Chabrol (1930-2010) fue un realizador de cine francés. Junto con directores como François Truffaut, Eric Rohmer o Jean-Luc Godard formó parte de la nueva ola de cine de su país (“Nouvelle vague” -en español: nueva ola-) que iniciara hacia la década de 1950 y se caracterizara por aproximarse a la cinematografía desde el lado natural y realista de su esencia, en su forma de realización, su forma de contar historias e incluso en su técnica, tomando importancia el montaje o la filmación misma de las películas.
Con más de 70 proyectos como director y 50 como escritor, Chabrol se formó gracias a su pasión por el arte cinematográfico, viendo películas en los cine clubs y absorbiendo la experiencia en el área a partir de su estudio de otros realizadores como Alfred Hitchcock o Fritz Lang (escribió críticas y ensayos por varios años, colaborando con la revista francesa “Cahiers du cinéma”).
Una serie de entrevistas que Chabrol sostiene con el crítico de cine François Guérif dan paso al libro titulado “Cómo se hace una película”, una serie de reflexiones sobre hacer cine en consideración hacia la creación de una película, la relación del director con los productores, con los actores y con el equipo técnico, las relaciones de trabajo durante el rodaje, la importancia del montaje y en especial la importancia de dar lugar y respeto a los colaboradores de los proyectos a la par de sostener la autoridad propia; en general, una plática práctica, vivencial y objetiva a partir de las experiencias del realizador a lo largo de su carrera dentro del mundo del cine.
La perspectiva de Chabrol es un vistazo claro de lo que la realización de una película significa, diferenciando técnica de arte, sensación contra reflexión, idea, originalidad, adaptación y consumo. Al iniciar el libro el autor deja claro que el texto no es un libro manual ni sus palabras son una regla a seguir, al contrario, el cineasta proclama la visión de la realidad que le ha rodeado a lo largo de su carrera y la forma en que su técnica y forma de trabajo se ha develado dentro de su paso a través de la cinematografía; finalmente, como Chabrol deja claro, sus palabras son un punto de vista expresado a través de ejemplos, reflexiones e incluso comparaciones con otros métodos de trabajo, otros directores, otros productores, otros actores.
Más allá de la construcción de la película, el realizador francés se ocupa de tópicos como la selección de actores, el trabajo que se realiza con ellos durante el rodaje o la colaboración estrecha del director con departamentos como los del vestuario o el diseño de escenografía o la forma de trabajo que se establece con personal del equipo técnico, llámese la script, el cámara, los eléctricos o los músicos, así como las impresiones que el cineasta tiene en relación al revelado de la película o la forma de comercialización del producto final.
Un libro de bolsillo o una lectura instructora, ambos en relación a la cinematografía y cuyas reflexiones son aún vigentes; Chabrol y Guérif ofrecen un acercamiento al área, tanto a los interesados en la realización de cine como a los gustosos del séptimo arte.
Algunas reflexiones en palabras de Claude Chabrol, expresadas en el libro antes mencionado:
“Nuestros contemporáneos no quieren hacer cine, quieren estar en el cine, lo que no es exactamente igual”.
“Algunas películas necesitan ser más rítmicas que pictóricas, otras más plásticas que arquitectónicas; en todos los films habrá algo de cada una de esas características. Ninguna película carece de uno de esos elementos (de existir alguna, estaría en la inopia), o, si a veces carece de uno de ellos, nunca carecerá de dos a la vez”.
“Cuando se escriben diálogos hay que tener cuidado en que cada uno de los personajes tenga su propia manera de hablar. Y que ésta corresponda al entorno del personaje. Los diálogos no deben ser insulsos. Deben ser apropiados. Que no se diga el espectador: ¿Pero de dónde sacan esa manera de hablar?”.
“Los actores siempre son mejores cuando por sí mismos encuentran lo que deben hacer”.
“Es terrible reconocer que el cine carece de reglas generales. No hay parámetros”.
“Los técnicos son, por supuesto, indispensables para la buena realización de una película”.
“Cada vez que el espectador repara en la fotografía, en un sentido o en otro, se aparta ligeramente de la película”.
“¿Qué papel debe desempeñar la música en una película? Tras madurar la respuesta, diría que su función consiste en recordar al espectador que lo que ve sólo es una parte de la realidad que se le presenta”.
“Conviene dejar claro que la crítica, al margen de la honestidad o deshonestidad del que o de la que la redacte, es el resultado de una sensación en un momento determinado de una persona que tiene la posibilidad de hacerla conocer. Es eso, y nada más”.
“Puede que hayan de pasar años para que una película sea reconocida. Puede ocurrir. Del mismo modo, films ahora encumbrados pueden parecernos una birria dentro de veinte años”.
“Quien realice películas y no comprenda que el tiempo de rodaje es el tiempo de gozo, no debe seguir haciendo cine. Que se dedique a otra cosa”.