Scott Fitzgerald publica en 1925 un libro sobre amor, esperanza, desencanto y conveniencias: “El gran Gatsby”. Ambientada en 1922 en Nueva York y Long Island, Estados Unidos, la historia cuenta, a través de la narración del personaje Nick Carraway, su relación con Jay Gatsby y los eventos que llevarían a grandes y significativos cambios en las vidas de ambos, o las de muchos otros personajes más. Adaptaciones al cine de este legado literario han existido; la de 1974 fue adecuada a guión cinematográfico por Francis Ford Coppola y dirigida por Jack Clayton.
El contexto social de la época, los años 20 del siglo XX en EEUU, es conocida como una época de prosperidad, desarrollo cultural y un auge de las burbujas sociales dentro de las clases. Este ambiente apoya el desarrollo y entendimiento de la historia, así como de los personajes, de este relato. El personaje de Nick se ve invitado a la opulencia de la sociedad norteamericana que le rodea, de entre los que se encuentran su prima Daisy junto con su esposo Tom, así como su vecino Jay Gatsby, un hombre misterioso, un nuevo rico, que gusta de ofrecer fiestas en su gran mansión y a quien pocos conocen más allá de lo que los rumores les dicen de él.
Cuando Nick conoce a Jay, su envolvimiento en la sociedad materialista de la abundancia le intriga, más no lo ciega; Nick llega sólo para ser testigo de las tragedias amorosas, los engaños y las caretas de una serie de personajes inmersos en el dinero, los lujos y el narcicismo.
El personaje que mejor refleja este choque interno entre el beneficio comunal o el propio es el de Daisy Buchanan. Cuando Gatsby regresa a la vida de Daisy el impacto supera expectativas, el joven se ve dispuesto a cualquier cosa por ella y su único deseo tras expresarle su amor es el de estar juntos, pero ella se ha comprometido a su vida de casada con Tom, a sabiendas que éste también tiene a alguien más en su vida. Esta conflictiva relación llevará a Daisy a meditar respecto a las comodidades de su entorno y las necesidades de su existencia. “Rich girls don’t marry por guys [las mujeres ricas no se casan con hombres pobres]”, dice ella.
Los personajes constantemente se preguntan respecto al amor verdadero en contraste con el amor banal; los sentimientos y la importancia de ellos ante el beneficio propio durante un momento de prosperidad y abundancia que obliga a las personas a dejar en segundo plano las aptitudes y las habilidades, físicas o intelectuales; es mejor ser aceptado en una sociedad de esta naturaleza cuando se toma una pose que cuando se es fiel a uno mismo. Esta crítica y reflexión es lo que los autores dejan a la vista durante la historia y es, por tanto, el más fuerte mensaje que su contenido puede transferir.
Más importante es que el espectador de la actualidad se pregunte sobre el impacto de la obra en su contexto real. El libro ha pasado a tener un legado literario por su contenido histórico, pero el largometraje debe sobrepasar las barreras de la época. ¿Puede el entorno aplicarse o no en la modernidad actual de la división de clases sociales? ¿Se hace aún presente este tipo de comportamiento o es que el prototipo que Fitzgerald o Clayton captan en el trabajo que realizan ha caducado?
La idea del llamado sueño americano también es una constante en el contenido de esta obra. Con un tono cruel y tajante la historia habla del idealismo por sobre todas las cosas, enfatiza momentos como cuando la imagen idealizada puede convertirse en algo tangible o cuando es un mero espejismo inalcanzable. La dualidad está representada constantemente en la película con diversos elementos, como escenas e imágenes vistas a través de espejos o en el reflejo del agua, así como las escenas en que dos gemelas aparecen bailando en la pista durante las fiestas ofrecidas por Gatsby.
La forma despreocupada con que actúan algunos de los personajes o la falta de juicio para mirar consecuencias se contrapone con las maneras responsables y observadoras del narrador, Nick, que a su vez se distancian del pensamiento positivo y enamoradizo del propio Gatsby; la variedad de perspectivas son un ejemplo para entender el desarrollo de cada situación, pero en especial, el desenlace de la historia, la realidad, la dura realidad, que no hace distinciones entre uno u otro.
Lo extremo de las situaciones y las decisiones de los personajes, el destino que les toca, son una forma de absorber la realidad de su ambiente, sus perspectivas ante sus circunstancias reales, anhelos ante posibilidades. “El gran Gatsby” culmina con el inicio de la decadencia para muchos de sus personajes y el futuro que les espera (o que ya les ha llegado), palpable o impalpable para ellos, pero clara para el espectador que ha sido testigo de la exuberancia, o el deseo de ella, y de sus consecuencias.
Ficha técnica: El gran Gatsby - The Great Gatsby