Hace dos años en nuestro futbol había tres equipos un escalón arriba de los demás, los tres norteños, los tres con proyectos serios y con planteles, cuerpos técnicos y directivas con continuidad. A algunos periodistas capitalinos despistados les sorprendía la hegemonía de Santos, Monterrey y Tigres, campeonatos, finales y lideratos generales se quedaban en el norte con regularidad, para completar este dominio llegaron los Xolos, los actuales campeones, con un estilo muy similar de trabajar, creyendo en un proyecto siguen en plan ascendente. El futbol del norte se puso de moda.
A pesar de que no descubrieron el hilo negro, los equipos del norte pusieron el ejemplo y nos recordaron que el camino para ganar es la continuidad, en un futbol mexicano donde el despeñadero de técnicos y jugadores extranjeros es la costumbre, la forma de trabajar de Grupo Modelo, Cemex y Femsa, hicieron despertar a algunos, entre ellos a Emilio Azcárraga Jean quien apostó por la continuidad que le ofreció Ricardo Peláez y deshechó la limpia que estaban por ejecutar Zague y Alfredo Tena que sin mala intención y atendiendo a su afición iban a renovar totalmente a las Águilas y empezar de cero.
Hoy América es finalista y el mejor equipo de México en números en el último año, jugará la final contra el Cruz Azul, será una gran final y más allá del resultado queda la lección de quien mejor paga en el futbol es la continuidad, teoría que todos saben pero que los equipos del norte pusieron en práctica y nos recordaron a todos que ese es el camino.
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