Victor Frankenstein es un científico quien, con sus habilidades y conocimientos, crea una criatura monstruosa; ambos, personajes de la literatura, son parte nuclear de la novela escrita por la inglesa Mary Shelley. La estructura básica de la historia de Shelley es retomada en el proyecto de 1984 dirigido por Tim Burton y escrito por Leonard Ripps, titulado Frankenweenie.
Aquí, un niño llamado Victor Frankenstein cuyo amigo y camarada, el perro Sparky, muriera atropellado, revive a su mascota con ayuda de la ciencia, en específico de la electricidad, sólo para encontrarse con la incomprensión del vecindario y el ánimo voluble, necio y radical de sus vecinos, quienes denuncian al perro por tener la sensación de que éste es el causante de graves y grandes catástrofes que comienzan a ocurrir en los alrededores.
La duración del proyecto es de 29 minutos y el cortometraje, en su época, no tuvo buen recibimiento, se consideraba bastante oscuro para el público infantil, lo que llevó a que Burton dejara de trabajar en la empresa Disney, productora del cortometraje y que repitiera su papel en 2012, cuando el cortometraje se convirtiera en una película de animación con Burton de nueva cuenta en el papel de director.
Pero a diferencia de la versión más reciente, Frankenweenie de 1984 es un proyecto protagonizado por personajes reales, de carne y hueso, y tal distintivo le da cierta crudeza a la historia, en sus emociones, en su lado triste, sin que ello signifique nada negativo, al contrario, lo utiliza para reforzar su temática, su esencia. La premisa por sí sola apela a la fantasía y a la ciencia ficción, revivir a un ser con la ayuda de la tecnología no es por más un evento que pueda ser real; el problema no es que el cortometraje trate de temas como la vida o la muerte, o que apele al lado fantástico de situaciones irreales, el problema es que la audiencia, la infantil en especial, no entienda de estas implicaciones, sus repercusiones, su significado; ello, en cualquier caso, es un delicado tema a tratarse entre padres e hijos, al ver o después de ver el cortometraje.
La versión animada en formato de largometraje no es más ni menos aterradora que la original, simplemente en más fantasiosa; su desarrollo reclama más al elemento sobrenatural en la naturaleza de los personajes traídos de vuelta a la vida, incluso su componente animado produce la sensación de que la historia no es real. Tal vez ese sea el poder de esta técnica.
A pesar de ello, Frankenweenie como cortometraje es una historia de amistad, de fortaleza de carácter y de decisión, por parte de Victor y por parte de su familia (que incluye tanto a sus padres como a su perro). Las lecciones y mensaje del proyecto son claros, así como su reflejo de la realidad a través de las reacciones de sus personajes. No es casualidad que los vecinos de la familia respondan violenta y cautelosamente hacia algo desconocido (un perro a medio coser que presume haber regresado de la muerte); ni tampoco su reacio comportamiento hacia el propio Victor y su mascota; como ejemplo están las escenas en las que los vecinos están convencidos que Sparky es un monstruo gigantesco que ha llegado a aterrorizar al pequeño pueblo, haciendo que la historia crezca en exageración de los hechos cada que una nueva versión es contada entre vecinos.
El cortometraje está bien realizado y el guión bien estructurado porque la historia es sencilla pero clara en el rumbo que desea tomar; éste no deja de ser un relato infantil, con sus aventuras y un final feliz, con un sentido del humor y una perspectiva inocente y alegre (el espectador recibe la historia desde el punto de vista de Victor).
Burton toma un relato conocido y le hace su propio homenaje, ayudándose del género de la parodia, complementándolo con un estilo familiar y divertido, exagerado y amigable tanto para niños como para adultos. El corto es disfrutable por sus referencias a su predecesora literaria, de la misma manera que crea su propio estilo, sobrenatural, terrorífico, divertido, imaginativo, creativo y ameno, tal cual los niños ven la vida.
Éste es uno de los primeros trabajos del director, ejemplo de perfecta combinación entre horror, fantasía y aventura infantil, realizado con hábil ingenio en el uso de la cámara, las luces, las sombras y los decorados que permiten al realizador continuar con el desarrollo de ideas y experimentar tras la cámara con otros proyectos de igual naturaleza fantástica. Frankenweenie es un proyecto de calidad, tanto imaginativo como defensor de la imaginación, siendo esa su mayor grandeza.
Ficha técnica: Frankenweenie