A cuatro días aún tengo la sensación fe incredulidad, aún en mi interior me repito "no puede ser" cada vez que veo escenas de la reacción rayada del pasado miércoles, sin embargo mi postura sigue siendo la misma, inclusive es más radical, aceptando que el máximo responsable es el técnico siempre, esta vez lo de algunos jugadores es simplemente lamentable. En un equipo como Santos cuya tendencia es de convertirse en uno de los grandes, ya no caben actitudes de nervio e inseguridad que tuvieron algunos, esas actitudes desentonan con una directiva echada para adelante en sus políticas, con un estadio a nivel de cualquiera y con una plaza cuyo valor es vencer adversidades.
Es muy fácil decir que Pedro Caixinha equivocó sus cambios y debe irse, es mucho más fácil pedir que se vaya uno a reconocer que también hay varios jugadores que ya recumplieron su ciclo con el equipo. Aceptar aunque duela porque se les quiere, que Juan Pablo Rodríguez no tiene el carácter para grandes juegos, que Rafa Figueroa se pone nervioso en el momento clave, que Oswaldo Sánchez ya no llega a todas, que Baloy es difícil que regrese a su gran nivel, que Mares es un jugador mediano. Realidades que en el momento clave seguirán jugando en contra del Santos, sé que de deshacerse de ellos es estar hablando de una renovación importante de plantel por lo que siempre es más fácil y barato echar a un técnico.
La derrota del miércoles sé que caló como pocas en el santista, el ambiente de caos que se respiró sólo fue comparable con aquella final de Liga contra Toluca, ni quien hable de la derrota ante Morelia, hoy inclusive hay desánimo para enfrentar La Liguilla, cosa que el año pasado no se sintió a pesar de caer en casa contra Rayados en la final del mismo torneo. El orgullo del aficionado está afectado gravemente y sólo con victorias se arreglará. Ojalá haya un análisis profundo de lo que pasó y no se corte el hilo por lo más delgado. De no tener éxito en La Liguilla ojalá la directiva piense bien las cosas y no entregue en charola la cabeza que mucha de la afición pide.
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