Invasion of the body snatchers de 1978 trata de un grupo de personas que descubren que los habitantes de la ciudad de San Francisco, en EEUU, están siendo sustituidos por unos seres sin emociones ni sentimientos y cuyo objetivo principal es remplazar con sus clones a toda la raza humana. La película establece desde su primera toma su tono, terror combinado con ciencia ficción. El relato comienza mostrando lo que parecen esporas que viajan de un distante punto de la galaxia hasta la Tierra, fusionándose con plantas de la región y esparciéndose alrededor de toda la superficie.
El énfasis hacia la evolución de las semillas híbridas que se convierten en capullos contenedores de clones humanos que toman la forma idéntica de personas a las que sustituyen en cuanto éstas se quedan dormidas es la principal diferencia entre ésta y la versión de 1956. Aunque ambas están basadas directamente en la novela escrita por Jack Finney y siguen una estructura general de cronología de sucesos, los detalles narrativos cambian; en este caso no hay un narrador en primera persona, el espectador recibe la información de los hechos antes que los protagonistas, éste constantemente sabe más que los propios personajes, lo que le lleva a calcular la escala de riesgo en el que pueden caer los protagonistas.
De la misma manera, espacios en blanco sugeridos en la película otrora realizada, referentes a la evolución de los capullos y la suplantación, aquí son llenados con escenas que muestran el modo operativo y evolutivo de las esporas extraterrestres, siendo el objetivo de estas escenas mostrar una amenaza clara de los riesgos y consecuencias que sufren los personajes principales en caso de ser atrapados por esos seres. La trama no está centrada en descubrir lo que sucede, sino en la manera como los personajes (Matthew, Elizabeth, Jack y Nancy, interpretados por Donald Sutherland, Brooke Adams, Jeff Goldblum y Veronica Cartwright respectivamente) intentan salvarse de ser sustituidos por clones híbridos.
La evolución de esta fusión de especies (Grex es el término utilizado en la horticultura cuando dos especies se juntan y crean una tercera – tal cual lo explica uno de los personajes principales al inicio de la historia-) es una amenaza para la existencia humana; la tensión se construye a partir de este punto y los protagonistas tendrán que huir de los seres reemplazados al tiempo de intentar prevenir al resto de las personas, una misión que se dificulta gracias a la forma operativa de los clones quienes reconocen y denuncian, por ejemplo con miradas acusativas, a quienes aún son humanos.
Para desarrollar este factor de terror el trabajo visual y sonoro hace la más ardua y dedicada labor. La música y los sonidos crean ambientes lúgubres y de ansiedad (las personas sustituidas por clones hacen un chillido dirigido hacia aquellos que aún no han sido suplantados); lo mismo logra el trabajo visual que recrea híbridos humanos con plantas-capullos. Todo este trabajo refleja el esfuerzo del proyecto por crear atmósferas de miedo, incluso más aún que el de construir el suspenso, ello justifica la segunda mitad de la historia que consta de una huída constante por parte de los protagonistas, así como las persecuciones enfocadas a atraparlos.
La esencia retórica y metafórica de la ciencia ficción en la historia habla de la comunicación entre personas, la socialización, conocer o desconocer a aquellos con los que se convive diariamente. El factor inicial que despierta dudas entre los protagonistas es cuando personajes a su alrededor dicen desconocer a sus familiares y amigos, asegurando que sus conocidos no son quienes dicen ser. La historia se detiene en su primera mitad en este punto con el propósito de dar un enfoque crítico hacia la explicación de estos comportamientos, en donde uno de los personajes secundarios, un doctor en psiquiatría interpretado por el actor Leonard Nimoy, asegura que tales inseguridades son respuesta a los cambios sociales y tensiones propias de las personas en relación al ajuste y la adaptación de convivencia a los que constantemente se ven expuestas.
Adaptada a la pantalla por W. D. Richter y dirigida por Philip Kaufman, la película incluso cuenta con la aparición especial de Kevin McCarthy (protagonista de la versión anterior) en una escena en la que su personaje histéricamente busca prevenir a las personas de la invasión, repitiendo las resonantes palabras con las que concluye el final original de la película de 1956: They’re already here. You’re next. [Ya están aquí. Tú eres el siguiente].
Coherente con su desarrollo y discurso, el final de la película toma una postura crítica sobre la solidaridad humana, sus esperanzas y su fe en las personas mismas, aunque deja de lado muchas de las oportunidades de desarrollo que la temática suguiere; incluso así, el desarrollo y la realización logran su cometido.
Ficha técnica: Invasion of the Body Snatchers