LA VIOLENCIA QUE GESTAMOS

Los incidentes de violencia que se dieron el fin de semana ante pasado y el último martes de febrero en el estadio de Neza, han vuelto a poner este penoso tema de moda en nuestro medio futbolístico. Como siempre, en lugar de ser un tema de prevención tanto en la Femexfut como en todos los clubes profesionales, vuelve a ser un tema para buscar soluciones rápidas, tapar el asunto, darle carpetazo y alejar la atención mediática del verdadero problema. Otra vez se receta una aspirina para este cáncer que padece nuestro futbol desde mediados de los noventa.

Lamentable es el consuelo de muchos dirigentes de voltear hacia Argentina y pensar que no estamos tan mal como ellos, y en parte es verdad, aquí en México aún no hay muertos cada semana ni se amenazan de muerte a los directivos que emprenden acciones contra las barras, sin embargo, lo lamentable es que la enfermedad es la misma que en Argentina sólo que menos avanzada. Lo alarmante es que lo único que nos falta para estar como en Argentina en cuestión de violencia entre barras es tiempo, esto lo digo por la razón de que se están cometiendo los mismos errores. Aquí en México ya hay barras que controlan boletaje, venta de bebidas y drogas afuera de sus estadios, todo esto coludidos con autoridades municipales y por supuesto ayudados por directivos y jugadores del equipo que apoyan. Basándome en el caso argentino el capítulo siguiente es infiltrarse en la directiva de su club y tener injerencia en contrataciones de refuerzos, viajes, pretemporadas y políticas de la institución  ¿Qué tan lejos estamos de eso?

Las Barras son verdaderas bandas de criminales en Argentina, con organigrama y modos de operar bien definidos, tienen ingresos millonarios y muchas familias viven de esa actividad, esta es la razón por la que desaparecerlas es una labor prácticamente imposible para las autoridades argentinas, ven con tristeza como dejaron crecer el problema al grado que hoy tiene totalmente rebasados a todos incluídos medios de comunicación los cuales si hablan del tema pagan con una golpiza o con la quema de su coche y hasta de su casa.

En México estamos a tiempo de parar esto, al menos eso pienso yo.

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