Hoy la víctima no es Brasil, es España, el campeón del mundo, el que mejor juega, el ejemplo a seguir, los casi invencibles. Aplico el término Maracanazo acuñado en 1950 por aquella tragedia sentenciada vía el uruguayo-italiano Alcides Gigghia quien desbordando por la banda derecha se metió hasta la cocina y calló al Maracaná, ese día con una entrada de 220,000 espectadores quienes vieron caer 2-1 a un Brasil que ya se sentía campeón del mundo. Hoy el que cae es España, hoy muy pocos apostaban por Brasil, hoy los cariocas no eran favoritos.
Todo partido se debe analizar después de los sobresaltos, las sorpresas y las calenturas. España creo que finalmente cae por su limitado estado físico el cual fue mermando conforme la copa avanzaba, el gol de vestidor y la salvada en la línea de David Luiz creo que le terminaron de dar rumbo al partido. Finalmente España expone sus carencias, principalmente en su defensa, un equipo que siempre tiene la pelota es normal que se acostumbre a tener que defender muy poco y esto lo pagó caro contra los brasileños, un defensa central tiene que buscar urgentemente Vicente Del Bosque además de rezar por que Xabi Alonso no se vuelva a lesionar cuando toque competir.
Del campeón destaco a Luiz Felipe Scolari, un triunfador nato, se le trajo como salvador de un proceso que se tambaleaba, Felipao sabe de Jogo bonito pero también sabe ganar como sea, así que ya lo sabemos y hay que acostumbrarnos, si el partido se presta veremos al Brasil que le ganó a España, si hay complicaciones aparecerá el que vence a Uruguay. Hoy la Verdeamarela se coloca como uno de los candidatos a ganar el próximo mundial y más que por Neymar por su entrenador que dicho sea de paso sonó dos veces para dirigir al TRI y dos veces preferimos a otros, La Volpe y Hugo para ser exactos. Una pena.
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