Este 22 de julio se cumplen nueve años de publicarse la columna “Familia Sirviendo a la Vida” en la sección de Nosotros de “El Siglo de Torreón”. Por tal motivo comparto con ustedes este artículo que me pareció sumamente interesante: “Espiritualidad en épocas de violencia y miedo”. Ismael Bárcenas, sj.
Muchas veces, la religiosidad popular deposita su confianza en ciertas expresiones como los santos, medallas, estampitas, o novenas milagrosas. Incluso, algunos íconos religiosos son referentes de identidad, o también, son utilizados a manera de amuletos. Pregunta ingenua: ¿Tatuarte a la Virgencita de Guadalupe te transforma como persona?
El problema con esta manera de ver lo religioso consiste en que, aunque nos tatuáramos todo el cuerpo con íconos e imágenes santas, si no hay espiritualidad, esto no provoca el cambio ni la transformación interna.
Así es como a los amuletos, religiosos o de otro tipo, nos encomendamos para tener buena suerte.
Por eso, incluso los que andan en malos pasos, resultan ser muy devotos. Todos ponen veladoras a la imagen que les cumpla el milagrito o nos saque del apuro.
Otra pregunta ingenua: ¿Algún amuleto sirve contra la violencia?
Y también cabe preguntar: ¿En qué momento se nos jodió el país? ¿Cómo permitimos esto? ¿Cómo reaccionar?
¿Qué espiritualidad puede ayudarnos?
Antes, revisemos nuestras Imágenes de DIOS.
Hay preguntas que a veces nos rondan ¿Dónde estaba Dios cuando sucedía el Tsunami? ¿Dónde estaba Dios cuando sucedía lo de Auschwitz? ¿Dónde estaba Dios cuando sucedía la matanza de migrantes en Tamaulipas? ¿Dónde estaba Dios cuando sucedía todo lo que vivimos aquí en nuestra querida Comarca Lagunera?
Muchas veces nuestra idea de Dios es el de alguien enojado que castiga, que manda males, exige sacrificios y tiene todos los hilos del mundo en sus manos.
De alguna manera, seguimos creyendo en el dios Azteca o del Antiguo Testamento, es decir, en el dios de la retribución y lo que importa es negociar, hay que rendir tributos y aplacar su ira.
En efecto, nuestra vida es frágil, pende de un hilo y a cada instante está expuesta al sufrimiento y a la muerte. No somos eternos, algún día de algo tendremos que morir.
Aparte, el Mal contiene una amenaza de muerte, de dolor, de destrucción y sufrimiento.
Pero si el mal existe es por la libertad del ser humano. El mal y la destrucción sí pueden ser modos de vivir y posibilidades al elegir.
Ahora bien, Dios crea al mundo. Lo ha hecho autónomo y funciona con sus propias leyes. El ser humano y el universo son obra del Creador que respeta la libertad humana y el dinamismo de la naturaleza.
Si buscamos al dios milagrero, siempre a la escucha de los deseos o caprichos humanos, busquémoslo en otra religión, no en la del Dios de Jesús.
En una ocasión, en Auschwitz, alguien preguntó: ¿Dónde está Dios?
Dice un sobreviviente Elie Wiesel Hungría, 1928. Premio Nobel de la Paz 1986: “Dios estaba en los ahorcados, ejecutados y gaseados de Auschwitz y de todos los campos de concentración y en todas las violaciones, injusticias e inhumanidades de este mundo”. Dios está sufriendo con nosotros, soportando con nosotros, nos acompaña en nuestra lucha contra el mal.
Propuesta: ¿Cómo entender la presencia de Dios en el mundo? ¿Cuál es el modus operandi de Dios?
No es alguien que anda interviniendo, ni manipulando. El Dios de Jesús es un Padre Bueno que crea seres libres.
Es un Dios que se juega la vida con nosotros. Es un Dios que se pone en las manos De los seres humanos. Es el Dios todopoderoso que se despoja de su poder a favor de la autonomía del mundo y del ser humano.
En cierta medida… No es Dios quien puede ayudar, somos nosotros los que debemos ayudarle a Él.
Dios se repliega - como un entrenador - para que la persona ejerza su libertad -no se meterá a la cancha-. Dios no mete los penaltis que a nosotros nos corresponde meter.
Hay que migrar de imagen de Dios y de mística… Del Dios que hace todo en el mundo… A un Dios que genera nuestro dinamismo interno, nuestro sentido y orientación. Pero no toma el mando de las cosas, ni sustituye nuestra libertad.
Dios no nos soluciona nada, pero nos acompaña siempre. Dios se implica con nosotros, lucha a nuestro lado contra el mal y contra el sufrimiento, contra lo que nos deshumaniza, contra la inseguridad. El siempre mantiene su condición de Amor creador que reconstruye, sostiene, alienta, impulsa y acompaña… pero nunca infantiliza, nos invita a asumir nuestra libertad y responsabilidad.
Oración de Etty Hillesum -murió en Auschwitz en 1943-“Quiero ayudarte, Dios, para que no me abandones…Con cada latido del corazón comprendo más claramente que no puedes ayudarnos, sino que debemos ayudarte a ti y defender tu morada dentro de nosotros hasta el último momento”.
Oración de una Madre de niña en agonía: “Me he sentido acompañada por Dios. Dios no me ha solucionado nada. Las amigas y amigos piadosos rezaban, encargaban misas, pero Dios no hizo nada. Mejor dicho, hizo mucho: me dio la fuerza para estar junto a mi hija y para sobrellevar el dolor. Me estuvo acompañando siempre, me estuvo y sigue dando, sentido a mi vida tras la muerte de mi hija”.
Cambio de actitud: El que tengo que cambiar soy yo y ser una persona más trabajadora por la paz, por compartir lo mejor de mí y erradicar el hambre y la injusticia en el mundo. Dios no nos suplanta, actúa a través de nosotros.
No hay camino para la paz, la paz es el camino. Mahatma Gandhi (1869-1948).
Dios actúa con nosotros, nunca sin nosotros. No es una acción mágica, es una acción de nosotros, en nosotros, con nosotros. Dios está con nosotros buscando nuestro bien.
Encontraremos a Dios, si lo buscamos identificándonos con las víctimas, convocando a las personas de buena voluntad a la solidaridad, a la justicia y al trabajo por la paz.
Dios necesita de nosotros para rescatar y reconstruir la paz y la justicia en nuestro país.
"Tan cerca de nosotros no había estado el Señor, acaso nunca; ya que nunca habíamos estado tan inseguros.” Pedro Arrupe, SJ. (1907 - 1991).
Un cuento de Anthony de Mello, SJ. Era un día lluvioso y gris. De pronto, me encontré a una niña apenas cubierta con un vestido todo roto, tiritando de hambre y de frío. Me encolericé y le reclamé a Dios: "¿Cómo es posible Señor, que habiendo tanta gente que vive en la riqueza, permitas que esta niña sufra hambre y frío? ¿Cómo es posible que te quedes ahí tan tranquilo, indiferente ante tanta injusticia, sin hacer nada?“… Después de un largo silencio, sentí la voz de Dios que me contestaba: “ ¡Claro que he hecho algo! ¡Te hice a ti! ".
“Es Dios quien verdaderamente anima a la búsqueda de todo cuanto alivia y todo cuanto sana (incluso en el caso de los no creyentes). Cuanto más nos opongamos al sufrimiento con todo nuestro corazón y con todas nuestras fuerzas, tanto más nos adherimos al corazón y a la acción de Dios”. P. Teilhard de Chardin, SJ.
Le preguntaron al Dalai Lama ¿Cuál es la mejor religión? El Dalai Lama respondió: “La mejor religión es la que te hace mejor persona, es decir, más compasivo, la que te hace más sensible, más desprendido, más amoroso, más humanitario, más responsable... La religión que sea capaz de hacer eso de ti es para ti la mejor religión”. (Igual con la espiritualidad).
La espiritualidad de Jesús está centrada en el Reino de Dios, es decir, se alimenta de un Dios que sólo busca y quiere una humanidad más justa y más feliz, y tiene como centro y tarea decisiva construir una vida más humana.
Creo que para estos tiempos, nos ayuda más una espiritualidad al servicio de una vida más digna y dichosa para todos, que invite a la conversión y trasformación, a vivir haciendo el bien, curando a las personas del dolor y del miedo, construyendo un mundo más humano.
Invitación al seguimiento de Jesús. Buscar el Reino de Dios quiere decir laborar para que el sueño de Dios sobre las personas se realice en la tierra. Esto es experimentar la bienaventuranza de tener al Dios de Jesús por Rey. Esta confianza puede ayudarnos a caminar con esperanza sembrando la paz.
Algunos ejemplos vivos de personas que viven en esta Mística (unos creyentes, otros no):
Nelson Mandela Sudáfrica, 1918 Preso de conciencia por 27 años. Premio Nobel de la paz 1993. Presidente de Sudáfrica 1994-1999. Caminen hacia adelante los bienaventurados, que tienen un espíritu compasivo, porque de ustedes es la presencia de Dios.
Rigoberta Menchú Guatemala, 1959. Defensora de los Derechos Humanos. Premio Nobel de la paz 1992. Caminen hacia adelante los bienaventurados, que tienen un corazón humilde, abierto a los demás, porque ustedes construyen la paz.
Liu Xiaobo China, 1955. Condenado a 11 años de cárcel por pedir cambios democráticos en China. Premio Nobel de la paz 2010. Caminen hacia adelante los bienaventurados, que tiene hambre y sed de justicia e igualdad, porque ustedes construyen la verdad.
Aung San Suu Kyi Birmania, 1945. Siguiendo el ejemplo pacífico de Gandhi y apoyándose en su fe budista, ha luchado por cambios en su país, hoy es una más de los 700 presos de conciencia en Birmania. Premio Nobel de la Paz 1991. Caminen hacia adelante los bienaventurados, que reconociendo lo difícil que significa ser humanos, saben perdonar, porque ustedes poseen la alegría y la paz.
Lydia Cacho México, 1963. Periodista y escritora. Defensora de los derechos de la mujer, ha denunciado redes de pederastas. Caminen hacia adelante los bienaventurados, que tiene un corazón transparente, porque ustedes son la imagen del Dios vivo y verdadero.
Isabel Miranda de Wallace, Alejandro Martí. Mexicanos. Secuestraron y mataron a sus hijos. Actualmente son activistas de un México sin violencia. Alejando Martí dijo a los políticos: “¡Si no pueden, renuncien!”.
Raúl Vera México, 1945. Obispo de Saltillo. Premio 2010 Fundación Rafto (Noruega) por su desempeño y acciones en favor de la justicia social y los derechos humanos. Caminen hacia adelante los bienaventurados, cuando sufran incomprensiones, desánimo, cansancio, desprecio o maltratos porque son mensajeros del amor, sepan que ustedes viven en la plenitud.
Caminen hacia adelante los bienaventurados, alégrense, estén contentos, tómense de la mano, rían y gocen construyendo el futuro, porque ustedes son los Cristos* que traen al mundo al Dios que vive, al Padre bueno, que es esperanza, compasión, sentido y plenitud.
“Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí” (Gal 2,20).
Actúa como si todo dependiera de ti, confía como si todo dependiera de Dios. Ignacio de Loyola.
¿Y usted qué opina?
Hoy más que nunca es necesario destacar a aquellos héroes anónimos que hacen cosas buenas por nuestra Comarca Lagunera, aquellas luces en la oscuridad. Proponlos al programa del Grupo Industrial Lala, “Héroes que inspiran vidas”, en la dirección electrónica [email protected]
(Le comparto este tema: “EL ROSTRO DEL AMOR ". Haga clic en la dirección de abajo:
http://www.youtube.com/watch?v=WFLGeauQEWE
Si aún no ha leído el artículo “Ni un solo DIVORCIO!!!”, se lo recomiendo en:
http://blogsiglo.com/archivo/423.html
Fragmento de “El Mensaje del Señor para ti…
“No confíes ni tengas fe en principados, sin importar su rango y su poder. No hay poder alguno fuera de ti, no tengas miedo, porque la maldad del hombre no es más poderosa que el hombre en sí. Toda maldad es autodestructiva solo destruye al que la concibió. Pero nunca destruye a aquel a quien es dirigida. Mi amor es la respuesta a toda necesidad y la provisión en cualquier apariencia de secases...”6 Despertar…es.
"Despertar...es"
Un encuentro contigo mismo
Un libro que una vez
que inicias, no podrás dejar de leer.
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”
Germán de la Cruz Carrizales
Torreón, Coahuila. México
MMXIII