Hace una semana exactamente mientras escribía mi columna anterior de ninguna manera me pasaba por la mente la noticia con la que muchos de nosotros nos despertamos el lunes pasado, lamentablemente Christian Chucho Benítez había fallecido en Qatar y de inmediato las redes sociales se encargaron de confirmarlo, los detalles sobre lo que causó esta tragedia hicieron larga la semana, hoy Chucho ya descansa en paz en su natal Ecuador, ahora empieza el largo camino para la resignación de su familia y para nosotros el acostumbrarnos a no verlo más en las canchas donde definitivamente nos regaló arte, alegrías, llanto y gloria.
Chucho era tan buen jugador que daba la impresión de que jugaba a medio gas, yo en mi papel de aficionado le llegué a recriminar gritándole a la TV su desinterés aparente por ciertos partidos y tal vez si lo tenía pero el siempre tuvo todo bajo control, sus números así lo dicen, cuando él lo decidía se ponía a marcar goles por racimos y prácticamente todos espectaculares. Su pique en corto, la potencia de sus remates, sus regates, bueno hasta de cabeza anotaba ganándoles saltando a defensas mucho más altos que el, aparte de gran jugador era un atleta impresionante.
No queda más que agradecerte Chucho donde quiera que estés, gracias por todos tus goles, gracias por venir a México y aparte terminar jugando en mi equipo, gracias por siempre responder mis críticas de fan loco con goles, gracias por aquella entrevista cuando dejabas La Laguna y te ponías alas, gracias por aquella noche lluviosa del 26 de mayo del 2013 en el Estadio Azteca, gracias por tu irreverencia, por ser como eras, por tirar penales cuando no te correspondía, por nunca querer salir de cambio.
Nos volveremos a ver... ¡Grande CHUCHO!
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