Las historias se transmiten de generación en generación como una forma social de aprendizaje, conversación y cultura; desde las antiguas civilizaciones hasta la moderna sociedad capitalista, el hombre ha estado rodeado de relatos durante toda su vida y la lo largo de toda su evolución. El modo de transmisión, sin embargo, ha sufrido cambios y transformaciones. En la actualidad un cuento puede tomar forma a través de la palabra hablada, la palabra escrita o el formato audiovisual.
Mientras en la literatura las teorías de la narración han sido exploradas con ahínco, dentro del mundo del cine las cuestiones relacionadas con el narrador son un tanto más complejas y aún en camino para forjarse una detallada teoría al respecto. Para la literatura es claro que el autor no es siempre quien narra la historia; el autor es el pensador del relato, el escritor del texto, pero la historia está contada por una perspectiva, por un personaje o por varios personajes, partícipes o neutrales en relación con el desarrollo de la historia.
Los teóricos de la narratología (análisis estructural de la narración) han catalogado diferentes formas de narradores de acuerdo con la información y manera en que utilizan y exponen dicha información, es decir, qué tanto sabe el narrador y qué tan involucrado se encuentra con el desarrollo del relato (cuál es el punto de vista del que narra); el narrador omnisciente, por ejemplo, es el narrador que sabe lo que sucede en la historia e incluso lo que pasa dentro de la mente de los personajes. De acuerdo con las diferentes formas de narración, los narradores pueden o no participar dentro de la historia, así como los narradores pueden o no ser parciales o imparciales respecto a los hechos. En otros términos, el narrador cinematográfico se encuentra con el mismo viejo problema de la ciencia y la literatura a saber, determinar una forma de investigación, recopilación y sistematización de información y, en paralelo, determinar una forma de exposición, de presentación de los hechos, para hacer una historia verosímil, atractiva y sorpresiva.
En el cine la perspectiva o voz de quien cuenta la historia también ha dado pie al desarrollo de diferentes teorías, mismas que han evolucionado a partir de los estudios de los teóricos de la narración, como Roland Barthes (1915 - 1980), Tzvetan Todorov (1939 - ) o Gérard Genette (1930 - ), quienes iniciaron sus investigaciones y proposiciones a partir de relatos de índole principalmente literaria. La respuesta a ¿quién cuenta la historia en el cine? depende de factores como: qué se ve, quién está hablando y cómo se está narrando la historia.
Muchas películas se desarrollan en torno a un personaje principal; esto es cuando el punto de vista de los hechos que se presentan en la historia son relatados a través de la perspectiva de un mismo personaje, cuando la focalización (punto de vista del narrador) es uno sola, es decir, se muestra lo que el protagonista ve, ello obliga a que éste esté siempre presente en cada escena pues es a través de su percepción que el espectador absorbe la historia.
Los clásicos del cine negro, las historias de policías y detectives, por ejemplo, normalmente están narradas en primera persona, el uso de la voz en off es preponderante porque describe en la voz del personaje principal lo que sucede en pantalla. De esta forma el espectador aprende y conoce la historia a través de los ojos del protagonista, lo que ve, lo que escucha, lo que entiende y cómo lo entiende.
Por otra parte está la narración estructurada a través de los diferentes puntos de vista, es decir, cuando la narración es descrita de acuerdo con la perspectiva de diferentes personajes respecto a un mismo hecho o el acercamiento a la historia a través de diferentes personajes con respecto a diferentes hechos. Por ejemplo, una película puede pasar de una escena a otra explicando todo lo que sucede en la historia, ya sea en un mismo espacio-tiempo o en diferentes, adentrándose a los momentos y acciones de variados personajes y desde variados ángulos; esto sería relativo a lo que sucede con el narrador omnisciente dentro de la literatura. La mayoría de las películas están desarrolladas de esta manera, se pasa de la escena del protagonista a la escena del antagonista y a las de los personajes secundarios sin ninguna distinción, mostrando a cada uno de éstos a partir de la realidad y los escenarios de cada uno de ellos por separado.
Pero otra cuestión diferente es el entendimiento de la pregunta: ¿quién narra? ¿Quién narra en el cine si es cierto que, como en la literatura, el autor no es el narrador de la historia? ¿En la cinematografía el autor no es quien cuenta el relato? No.
El guionista idea la historia que se cuenta y el director es quien propone la forma audiovisual de la misma (de acuerdo con su perspectiva de aproximación al texto); él y el resto del equipo transportan a un formato de relato audiovisual lo escrito en formato de guión haciendo uso de las herramientas de imagen, sonoras y del lenguaje, que en su conjunto ayudan al proceso de transición página-película. Por tanto, el narrador que se adentra a la vida de los personajes (independientemente de la perspectiva con que la historia esté siendo contada) y cuya labor es la de transportar y vincular el relato con el espectador es la cámara misma, la cinematografía. No el aparato o el invento como tal, sino el arte como la forma de relatar con imágenes y sonidos una historia.
Dos cosas diferentes son, por tanto, quién cuenta la historia y cómo lo cuenta. La cámara narra, pero lo hace a través de diferentes formas de voz, esto es, uno o varios puntos de vista de la historia que pueden o no tomar parte activa en la misma. Estas bases forman parte de la estructura que conforma la compleja, pero llena de posibilidades, magia del cine.