La película The invasion de 2007 toma como base para su argumento la idea de la novela de Jack Finney titulada “Invasion of the body snatchers” (seres extraterrestres sustituyendo humanos), pero el resto de su desarrollo y trama los aborda con libertad creativa. En este caso la historia, adaptada por David Kajganich y dirigida por Oliver Hirschbiegel, sigue a una psiquiatra quien descubre, junto con otros colegas de la medicina y la biología, una especie de esporas que se adhieren al sistema cerebral, contaminándolo y reprogramando el ADN, convirtiendo a las personas en seres sin sentimientos, sin emociones, sin más instinto que el de existir.
La protagonista tiene una misión, salvar a su hijo; sus principales obstáculos son dos, en primer lugar los seres que pretenden sustituir a todo ser humano, el segundo es no quedarse dormida, pues las personas una vez contaminadas completan la transición mientras se encuentran en estado de sueño. El personaje del hijo, por su parte, tiene dos fines, ser la motivación de la protagonista por continuar su camino, así como ser la esperanza para un cura pues es inmune al virus.
El eje de la historia es precisamente el tema de las enfermedades y los virus, que contaminan, enferman y debilitan a las personas, a la sociedad misma; el hecho de que la explicación dentro de la película sea científica-médica en relación con un organismo/bacteria que se esparce como si se tratara de un resfriado es una forma retórica de relacionarlo con las enfermedades de esta naturaleza que están presentes alrededor del mundo.
Otro punto que llama la atención es la perspectiva de los seres: esporas que como tal no tienen una identidad pero aparentemente sí una inteligencia. Las personas infectadas no tienen emociones, relaciones sociales, sentimientos, preocupaciones o consciencia por el prójimo, en realidad su perspectiva es el bienestar y la supervivencia de su especie; su presencia y fusión con la raza humana hace notar una mejora social entre las personas, las guerras se han acabo, los pueblos acuerdan colaborar, pero ¿a qué costo? ¿A expensas de qué? ¿Cómo sobrevivir en una sociedad sin interacción social? ¿Qué tan idealista y moralista es esto? ¿Es vivir o sobrevivir? ¿Hay un balance entre el bien comunal y el bien individual? ¿Cuál es la conclusión de la historia? ¿Cuál es su discurso? Uno de los personajes asegura que la humanidad necesita caos para tener un orden interno, pero jamás especifica a qué nivel o cuáles son las consecuencias de ello.
A diferencia de las versiones adaptadas al cine anteriores, la historia no se refuerza con el género del suspenso o del terror (como sí lo hacen sus antecesoras de 1956, 1978 e incluso la versión de 1993), pero tampoco lleva el drama y la acción (característicos de esta adaptación) a un nivel narrativo que aporte algo; la película se pierde en su camino por su falta de enfoque y, lamentablemente, se pasa la mayor parte del tiempo explotando uno de los puntos esenciales de la propagación del virus: no quedarse dormido.
La explicación de la transición causada por las esporas tampoco tiene un subtexto temático relevante. Los pacientes de la psiquiatra dicen notar comportamientos extraños en sus conocidos y familiares, así como las personas de la calle cambian de un día a otro de ser seres sociales (alegres, enojados, platicadores, inquietos, etcétera), a ser personas sin expresiones; sin embargo no hay más trasfondo sobre este tema (ya sea el aislamiento o la interacción social); los síntomas son simples síntomas que sirven para representar la forma en la que el virus se expande, pero nada más, no tienen ningún otro valor simbólico que haga crecer la historia o a sus personajes.
El factor inmunidad también parece discutible. Las dos personas inmunes en la película tienen dos características similares, una es haber sufrido una enfermedad que altera el sistema inmunológico causado por una reacción a una enfermedad viral; la segunda es que toman pastillas contra la ansiedad, mismas que altera la etapa más profunda del sueño. Al parecer ambas características son motivo de su condición inmune, pero ello no queda realmente justificado. La lógica es que el cambio en el estado natural del ser (provocado por factores como las enfermedades y los medicamentos [pastillas, vitaminas, vacunas, etcétera]) es la respuesta para combatir el virus. Hacia la resolución de la película los doctores explican que la vacuna funciona gracias a que los seres extraterrestres no tienen un propio sistema de defensa, pero la explicación no se fundamenta en la evolución del hombre o en sus condiciones biológicas; la respuesta, según la película, recae en aquellos a quienes se considera los más débiles (el poder de las minorías), pero al mismo tiempo la película parece decir que la respuesta está en las variaciones y alteraciones del ente causadas por factores externos al ser (¿propaganda farmacológica o promoción al cuidado natural de la salud?).
Este doble discurso queda en el aire y es difícil de interpretar porque no está fundamentado en el argumento, no está desarrollado ni justificado, no obedece a una lógica en su discurso; sin motivos ni razones la historia no puede funcionar y menos si lo que se intenta es ser un idealista. Esto se repite en dos ocasiones: la primera es sobre el comportamiento social (el ente social contra el individualismo), la segunda sobre la condición humana (el sistema inmunológico que se desarrolla naturalmente o el que se construye a partir del uso de medicamentos). El problema esencial es la falta de balance creado por la postura vaga que la película propone pero que nunca aterriza.
El guión sufrió varios cambios incluso después de haberse terminado su filmación, lo que llevó a la reescritura del mismo y a que varias escenas fueran grabadas tiempo después para ser adheridas luego al filme, lo que deja una cierta inconsistencia en pantalla (la reescritura quedó a cargo de Andy Wachowski y Lana Wachowskin, mientras las escenas adicionales fueron filmadas por James McTeigue). La idea original de la novela parece un poco perdida pues su base queda sólo como un pretexto para la ciencia ficción de la trama. La historia no tiene un desarrollo propio y lo mismo ocurre con sus personajes, que además se desenvuelven constantemente en predecibles situaciones, resultando en un producto plano que puede entretener pero que no llega a aportar nada consistente.
Ficha técnica: Invasores - The Invasion