In the heat of the night (Al calor de la noche) es un drama policiaco con Sidney Poitier y Rod Steiger en los papeles principales. El primero interpreta a un detective de policía, afro americano, que se ve obligado a investigar un crimen en una localidad conservadora y hostil de Sparta, Mississippi, en EEUU. Steiger realiza el papel de jefe de la policía local llamado Gillespie, quien está encargado de esclarecer el caso lo más pronto posible para evitar que los ciudadanos cometan algún acto de violencia en contra del otro detective. La película estuvo dirigida por Norman Jewison, con un guión a cargo de Stirling Silliphant, a partir de una historia narrada en la novela homónima, escrita por John Ball.
Como película policiaca se tiene un desarrollo trazado bajo los estándares del género. La situación conflictiva es que la víctima era un importante hombre de negocios dentro de la localidad y los ciudadanos exigen respuestas. A pesar de ello, la prioridad de la gente que vive en Sparta es que el detective afro americano no se involucre en el caso, sino que por el contrario se aparte, que se vaya.
La temática más importante de la película gira en torno al racismo y las circunstancias en las que el personaje de Poitier, Virgil Tibbs, se ve involucrado en el asunto. La narración inicia cuando encuentran a la víctima muerta y la policía comienza la búsqueda de sospechosos, entonces Tibbs es llevado a la comisaría como posible candidato. ¿Por qué? Por el simple hecho de ser diferente.
La policía no pregunta, asume las cosas, asume que Tibbs es sospechoso porque elige que así lo sea. El problema con el sistema y con la sociedad en general (dentro de la película pero también en la actualidad) es que las personas apuntan el dedo al culpable que más les conviene. Tibbs no sólo resulta ser un detective, sino que además es un experto en homicidios, por lo que su jefe le indica que debe ayudar en el caso, más aún, el jefe de policía de Sparta le dice que si su trabajo es resolver homicidios, no tendría por qué negarse a ayudar en el caso en cuestión.
La historia sigue a partir de ese punto hacia procesos de investigación policiacos en donde se buscan pistas y se encuentran posibles sospechosos. Cada nueva posibilidad lleva a un nuevo hombre señalado como el asesino, de nueva cuenta, sólo porque es el camino fácil y evidente; pero cuando Tibbs profundiza los detalles, incluidos los resultados forenses, determina que aún no han encontrado al culpable, causando la molestia y el fastidio de Gillespie, del resto de los policías y, más que nada, de los ciudadanos que ven con recelo a Tibbs.
El enfoque racial es parte de la ejemplificación del proceso de adaptación y aceptación que la sociedad de EEUU vivió de cara a la lucha por la igualdad. La película tiene más de cuarenta años de haberse estrenado y situaciones similares se viven en cualquier parte del mundo hoy en día. El rechazo a las personas que se consideran diferentes se ha documentado históricamente; los esclavos y los migrantes, por ejemplo, viven situaciones parecidas, al grado que parece que unos repiten la historia de los otros.
La película encierra una seria crítica a la situación social, en especial por el contexto histórico de la época en la que se desarrolla. Los ciudadanos no sólo ven y resienten el homicidio, sino que desconfían y prejuician que el detective resolviendo el caso, el hombre de la razón, sea un afro americano. La mayoría se muestra negativa ante esto y sólo pocos dentro de la historia son los que no ven problema en la situación, como la esposa del fallecido, quien declara que si no fuera Tibbs, un inocente hubiera sido llevado a la cárcel y condenado culpable.
La policía y los ciudadanos sospechan que se trata de crimen producto de una ola de odio ante el empresario, quien estaba a punto de abrir una nueva fábrica y planeaba contratar a su personal sin mirar su origen racial. El asesino, en esta historia, y sus motivos, nada tienen que ver con las ideas predispuestas que se asumen del caso, siendo tales contrastes parte importante del mensaje que la película se permite dejar mediante su contenido y su discurso. La temática racial es una carretera con ambas vías de circulación y, en algún punto, incluso Tibbs se muestra enfadado de la manera en la que se le trata, ofreciendo de vuelta una postura igualmente recelosa y prejuiciosa.
La película habla en especial del respeto, un común acuerdo al que ambos policías llegan al terminar el caso. El largometraje cobró especial relevancia gracias al contexto histórico en el que se realizó. Durante 1954 y 1968 el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos tomaba importancia como lucha social cuyo objetivo era terminar con la discriminación y la segregación racial, en especial hacia las personas afro americanas.
El proyecto ganó cinco de los siete premios en los que estuvo nominado por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas al reconocimiento que otorga (el Premio Óscar), obteniendo el de mejor película y mejor guión adaptado, entre ellos. La historia tendría subsecuentemente dos versiones más con Poitier regresando al papel de Tibbs y luego fue adaptada como serie de televisión de 1988 a 1995 con un grupo diferente de actores.
Ficha técnica: Al calor de la noche - In the Heat of the Night